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El “Gran Hermano” del Huerna: 146 cámaras controlan el tráfico en la autopista

El centro de gestión de la autovía entre Asturias y León también supervisa 107 dispositivos que dan la alerta si hay incidencias

Un técnico de Aucalsa supervisa las imágenes que llegan al centro de control desde las cámaras instaladas en la autopista del Huerna. | C. M. B.

Solo un leve zumbido rompe el silencio que impregna la sala. Hay pantallas, que cambian de imagen en segundos, cubriendo el alto de la pared principal. En el centro, dos plasmas. Un técnico lo revisa todo. Atento, ni un murmullo. Ante él, más pantallas –estas ya de ordenadores– y un panel con botones de colores.

Bienvenidos al centro de control de Aucalsa en La Ablaneda: el “Gran Hermano” (o el “ojo que todo lo ve”) en la autopista del Huerna (AP-66). Esta sala recibe las primeras alertas de emergencias. Y es una pieza clave, quizás la que lo encajará todo, en el nuevo protocolo de seguridad en túneles que acaban de firmar Principado de Asturias y Junta de Castilla y León. “Queremos dar la respuesta más rápida y eficaz posible ante las emergencias que puedan surgir”, coinciden los responsables de ambas administraciones. Aquí, en esta sala con un silencio que solo mata un leve zumbido, empieza todo.

Una, dos, tres, cuatro… Las visitas cuentan con los dedos el número total de pantallas que hay en la pared. “Son dieciséis pantallas y dos plasmas”, responde, desde la puerta, una voz. Es Luis Miguel Gironés, jefe del departamento de Instalaciones. Parece imposible seguir las cambiantes imágenes en esas pantallas: “Recogen la información de todas las cámaras que hay en la autopista del Huerna”.

Otra vez números: a lo largo de la carretera, especialmente en el interior de los túneles, se distribuyen 146 cámaras de vigilancia. Son dispositivos que emiten en el centro de control, y a tiempo real, lo que ocurre en distintos tramos de la calzada. Con fecha y hora, registran el tráfico y cualquier imprevisto que pueda surgir dentro o fuera de los túneles. Pero, si de garantizar la seguridad en carretera se trata, quédense con este término: Sistema DAI.

Sistema para la Detección Automática de Incidentes. Hay un total de 107 en la autopista del Huerna. Toma la palabra, en ese silencio de la sala, otra vez Gironés: “Son dispositivos programados con una serie de algoritmos. Saben lo que es la ‘normalidad’ en la autopista, por lo que pueden detectar cualquier objeto extraño que aparezca en la calzada”. Y cualquier objeto extraño, aunque parezca imposible, incluye un pañuelo de papel arrojado en la calzada. Pero su finalidad no es vigilar actos incívicos, sino hacer saltar la alarma ante cualquier emergencia: un vehículo parado en la calzada, un accidente o un incendio.

Cuando el DAI lanza una alarma, el orden de las cámaras en el “Gran Hermano” del Huerna cambia: en los dos plasmas centrales aparecen, ampliadas, las imágenes de interés. “Es entonces cuando se analiza la situación y se activan los protocolos”, señala el director general de Aucalsa, Eduardo Arrojo.

Un protocolo que, desde el martes, se ha actualizado. No porque antes no se hubieran coordinado las emergencias, sino porque la próxima llegada del AVE a Asturias –con el segundo túnel más largo de España– requerirá más experiencia en las actuaciones en los pasos subterráneos. “La actuación se coordinará a través de los servicios del 112 de ambas comunidades, que tendrán que compartir la información continuamente”.

Las emergencias más probables en los túneles del Huerna están relacionadas con los incendios. Y es que los vehículos, en esta autopista, afrontan un desnivel que no es baladí: de 200 a 1.200 metros de altitud durante el recorrido. Un calentamiento en los coches que puede, en el peor de los casos, terminar en fuego. Las probabilidades de que ocurra en el interior de un túnel son relativamente altas: la autopista del Huerna tiene catorce túneles, que suman diecisiete kilómetros. El más emblemático, el túnel Negrón, tiene cuatro kilómetros de longitud.

En el caso de un incendio grave, la primera orden llegará desde el centro de control de Aucalsa: “Es necesario evacuar”. Solicitarán entonces al personal sanitario y de protección civil necesario y tendrán sobre la mesa una importante decisión. Los túneles pueden ser cerrados.

¿Para qué? Según Gironés cerrar los pasos subterráneos, impidiendo así la entrada de más vehículos, “favorece las evacuaciones”. Los túneles tienen un sistema de galerías interconectadas que facilitan la salida al exterior –siempre a pie– de los conductores. En caso de emergencia grave, se cerrarán los túneles en ambos sentidos para que los peatones puedan abandonar los pasos sin el riesgo de ser atropellados.

El nuevo protocolo de actuación es “muy flexible”. “Se destinarán los medios necesarios para cada caso”, afirmaron desde el 112-Asturias. Incluso, en emergencias graves, se prevé la instalación de puestos de mando avanzados en la zona. Para facilitar la coordinación de todos los implicados, se ha creado una mesa de seguimiento para implementar las actualizaciones necesarias.

De vuelta a la sala de Aucalsa, donde todo empieza. Afirman sus responsables que no siempre todo está tan en silencio. Pero la calma, dicen, nunca se pierde: “En caso de emergencia hay que pensar con claridad, los nervios son malos consejeros”. Consejo para todos, de parte del “Gran Hermano” del Huerna.

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