El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) destacó que el Centro de Referencia Estatal para Personas con Discapacidades Neurológicas de Langreo (Credine) es una instalación destinada “al tratamiento de personas que sufren daño neurológico” que “de forma complementaria” ofrecerá “atención social ambulatoria” a personas con secuelas neurológicas del covid. El organismo trataba se disipar así las dudas planteadas por los colectivos de discapacidad, que días atrás mostraron su “preocupación” ante la posibilidad que parte de los futuros usuarios del Credine se “queden fuera” por los nuevos perfiles de pacientes que se pretenden sumar a las instalación.
La Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Asturias (Cocemfe-Asturias) había expuesto, en concreto, que “parece que ahora se habla de daño cerebral y de las secuelas neurológicas del covid y tememos que se desplace a otros potenciales usuarios de los que se hablaba al principio, cuando se impulsó el proyecto, como los lesionados medulares o los que padecen otras discapacidades neurológicas”.
Desde el Imserso argumentaron que el centro de Barros tiene entre sus fines “promover programas de prevención así como de intervención que faciliten el proceso de transición del hospital a la vida familiar, social, educativa o laboral”. Todo ello “como recurso intermedio integrado en la comunidad para facilitar la vuelta a una vida normalizada de la persona con trastornos neurológicos, y ofrecer el apoyo necesario a su entorno familiar”. Asimismo, aseguraron los responsables del organismo estatal, “se configura como recurso de referencia con función investigadora y de gestión de conocimiento sobre la atención sociosanitaria”.
Inicialmente, en esta fase, se ha planteado la puesta en marcha de dos proyectos. “El primero de ellos atenderá a personas priorizadas en la propia orden de creación del centro, sobre las que se dispone de experiencia en otros centros del Imserso. En el segundo proyecto se plantea el abordaje de servicios sobre personas que han sufrido covid-19 y tienen secuelas por ese motivo. En ambos casos, se trabaja sobre los fines establecidos desde el inicio del proceso de creación del centro”.
También hicieron hincapié desde la entidad en que “el grupo de personas con discapacidad neurológica es muy amplio y es necesario iniciar simultáneamente sobre el diseño de las actividades vinculadas con la innovación, la investigación y la difusión del conocimiento, funciones prioritarias y que dan sentido a este centro estatal así como en la planificación del futuro marco del mismo”.
Con todos estos criterios establecidos, el Imserso remarcó que el Credine “es un centro destinado al tratamiento de personas que sufren daño neurológico. De forma complementaria, y como experiencia piloto, ofrecerá además atención social ambulatoria a personas con secuelas una vez que han superado la fase aguda de la enfermedad con covid”. También confirmó el plazo de apertura dado al principio del verano: “Iniciará la prestación de servicios de atención directa en el último trimestre de 2021”.
