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La obra del cuartel de Mieres lleva seis meses parada y sin fecha para retomarla

El Ministerio de Interior afirma que “se están subsanando deficiencias técnicas” para poder reanudar las labores “a la mayor brevedad”

La parcela del nuevo cuartel de Guardia Civil, vista desde arriba. | Carmen Barrero Morales

Sin fecha para retomar las obras del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mieres. Las actuaciones se paralizaron el pasado mes de marzo, tras aparecer “grandes bolsas de agua” en el subsuelo. Un contratiempo no previsto en el proyecto inicial y que obligó a la empresa adjudicataria a frenar las máquinas de inmediato. Desde el Ministerio de Interior afirmaron ayer que, por el momento, “se están subsanando deficiencias técnicas”.

El objetivo es “poder retomar las obras a la mayor brevedad”, pero no hay ninguna fecha sobre la mesa. Una mala noticia para un esperado proyecto: lleva más de quince años acumulando retrasos, después de que se detectaran daños estructurales en el antiguo inmueble. Fue entonces cuando la Guardia Civil fue trasladada a la zona de La Mayacina, en un bajo próximo a la Comisaría de la Policía Nacional. Una medida “temporal” que parecía convertirse ya en permanente.

Hubo problemas desde el principio. De hecho, el proyecto tuvo que modificarse en varias ocasiones. Finalmente, se optó por el plan pactado con los vecinos, en el año 2016. Los trabajos fueron adjudicados, hace justo un año, a la firma Obras Generales del Norte. Presentó un presupuesto de 3,53 millones de euros. Las máquinas empezaron a trabajar en enero de este año y, tras vallar a cal y canto la parcela y mover la tierra, volvieron a pararse.

“Se desconoce el tiempo que permanecerán paralizadas”, indicaron entonces desde el Ayuntamiento de Mieres. Los responsables municipales añadieron entonces que esperaban que el contratiempo se solucionara “con brevedad” para que las obras puedan cumplir el plazo inicialmente previsto: el nuevo cuartel de la Guardia Civil debería estar ya construido en el verano de 2022.

Será difícil cumplirlo, porque ya hay medio año en blanco. “Para saber que ahí debajo había agua, solo tenían que haber preguntado a algún veterano del barrio”, afirman los vecinos. A principios del siglo XX la zona se inundaba con mucha frecuencia. Tanto es así, que llegaron a rebautizarla: el barrio era conocido como “la playa”.

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