El domingo 19 de septiembre se apagaba para siempre una de las grandes voces de la canción asturiana: la de José Carlos Ronderos Iglesias. Intérprete y jurado en concursos de tonada, Ronderos, vecino de Sama (Langreo) fallecía a los 79 años de edad. La capilla ardiente se encuentra en el tanatorio langreano. El funeral tendrá lugar esta tarde, a partir de las cinco, en la iglesia de Santiago Apóstol de Sama.

Carlos Ronderos, como era conocido por sus amigos y en el mundo de la tonada, era vicepresidente de la Asociación de la Canción y el Folklore del Valle del Nalón. No solo era un buen cantante, también todo un estudioso de la música tradicional asturiana. En los últimos años ejerció como jurado en concursos como el de San Martín del Rey Aurelio, La Nueva, Siero y Gijón. Tal y como explican sus compañeros en la Asociación, contaba con un archivo de grabaciones de actuaciones en concursos de tonada “ingente”. “Comenzó a hacer grabaciones en los años 60”, relata Arsenio Fernández-Nespral, “había acumulado cientos, por no decir miles de ellas. No le entraban ya en casa”.

Bancario de profesión, trabajó durante muchos años en Banesto. “Todos los que trataron con él coinciden: era amable, una persona muy afable y llana, de muy buen trato y respetuoso con todo el mundo”, afirma José Luis Alonso.

Otra faceta en la que destacó Ronderos fue la formativa. Ejerció como maestro “de muchos de los cantantes y valores que hoy se suben a los escenarios asturianos”, ofreciendo clases a los jóvenes en la escuela de la Asociación de la Canción y el Folklore del Valle del Nalón. “Era un conocedor de la canción asturiana más auténtica, y de los grandes intérpretes de todas las épocas”.

Ronderos estaba casado, con tres hijos y tres nietos. La capilla ardiente se mantiene en la sala número 1 del tanatorio de Sama. El funeral será a las cinco, esta tarde, en la iglesia de Santiago. Acoto seguido será enterrado en el cementerio de Ciaño.