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Los ecologistas plantean mutar Reicastro en una reserva natural con playa fluvial

El proyecto, ante el fracaso empresarial, propone aprovechar la cercanía del río para habilitar un humedal con espacios hosteleros para el turismo

El tramo del río Caudal que transcurre próximo al polígono de Reicastro, oculto entre los árboles, al fondo a la derecha. | D. M.

El polígono de Reicastro, cuyo desarrollo costó 4,5 millones de euros, lleva ya casi una década urbanizado y a la espera de que Hunosa logre darle contenido industrial. A lo largo de los años han sido ya varios los proyectos generadores de empleo que han pasado de largo tras mostrar interés por estos terrenos. Ante las dificultades que han surgido para dar uso a la parcela, los grupos ecologistas de la región han planteado una alternativa al desarrollo industrial. Proponen aprovechar la proximidad al río Caudal para crear un enclave natural de lagunas con islotes y vegetación que favorezca la nidificación de aves y otro tipo de fauna. Este espacio para la conservación natural incluiría actuaciones de tipo lúdico, como playas fluviales y zonas de restauración y hostelería “respetuosas con el medio”.

La coordinadora ornitológica de Asturias pretende trasladar su propuesta en breve al Ayuntamiento Mieres, Hunosa y también a la Universidad de Oviedo, sin cuyo apoyo el proyecto será inviable. “Habría zonas de acceso parcialmente restringido para garantizar la preservación de las especies, pero dada la dimensión del polígono habría sitio más que suficiente para crear una zona de baños y playa fluvial con las debidas garantías sanitarias y de seguridad”, explica Clemente Álvarez, portavoz del colectivo. Sostiene que el desarrollo de un complejo hostelero anexo podría convertirse en “un atractivo turístico con posibilidades de ser un referente único en todo el norte de España, con una combinación medioambiental y turística extraordinaria”.

El proyecto de los ecologistas plantea como núcleo central habilitar desde el río Caudal, cuyo cauce se encuentra a unos metros de los terrenos de Reicastro, una ramal de desviación para generar un humedal de agua dulce en la gran parcela del polígono, de 11 hectáreas. “Se trata de abordar una actuación similar a la que desarrolló DuPont en La Furta o como el Racó e L´Olla en el parque natural de La Albufera”.

Desde la coordinadora ornitológica de Asturias se sostiene que el proyecto podría ser codirigido por la Universidad de Oviedo y compartido por un equipo multidisciplinar en el que estuviera implicada la sociedad mierense. Junto al componente medioambiental, los conservacionistas esgrimen también que el proyecto puede ser un generador económico para el territorio. “Habría espacio suficiente para habilitar en la zona una playa fluvial, algo que la sociedad civil viene demandando desde hace tiempo”. A favor de este uso juega, recalcan los ecologistas, “la estratégica ubicación del parque, muy próximo a una autovía (A-66) por la que pasan diariamente miles de vehículos, además de contar con dos estaciones de tren en las inmediaciones (ubicadas en Ujo y Santullano)”.

Los ecologistas defienden que tras casi una década esperando infructuosamente la llegada de empresas es el momento de plantear proyectos alternativos para Reicastro.

La pretensión mostrada por los conservacionistas, que apuestan por transformar parte del río en una playa fluvial, no es única en las Cuencas. En el valle del Nalón, tras muchas décadas de espaldas al río, los vecinos del valle y los ayuntamientos de Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana están de acuerdo en que es hora de recuperar el cauce fluvial para uso y disfrute de los habitantes de la comarca. Por ello, están en marcha proyectos para la creación de playas fluviales en La Chalana, El Florán, Los Llerones y Lada. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico ya avisó: la tramitación ambiental y administrativa para conseguir transformar un tramo de la ribera del Nalón en playa fluvial es larga y compleja, algo que sabe bien el consistorio lavianés. Ya en 2019 se llevaron a cabo una serie de obras de adecuación de las márgenes del Nalón en La Chalana, la histórica playa fluvial del concejo. Desde entonces, a penas se ha avanzado.

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