La construcción de una gran losa sobre la travesía urbana del río Caudal, el desarrollo de un centro nacional de alto rendimiento o la ejecución de un nuevo ayuntamiento en La Mayacina. En lo que va de siglo han sido muchos y variados los proyectos esbozados en Mieres y que finalmente no superaron la fase de simple boceto. Algunos llegaron a contar con financiación, incluso fueron adjudicados, mientras que otros simplemente se quedaron en propuestas. En más de una ocasión las iniciativas se plasmaron en recreaciones virtuales que permiten vislumbrar la intención de las mismas.

Arriba, la proyección del polígono de Reicastro. Abajo, recreación virtual del centro de empresas de Fábrica de Mieres.

Con el paso del tiempo, el proyecto que en su momento se debatió en Mieres y que ahora parece más inviable posiblemente sea la losa sobre el río Caudal que debía transcurrir entre el puente La Perra y el puente Seana. La ambiciosa actuación la defendió en 2002 el por entonces concejal de Urbanismo, Luis Álvarez Payo, generando enormes tensiones dentro del acuerdo de gobierno con el PSOE, partido que percibió el proyecto como una “ocurrencia”. La losa buscaba vertebrar la ciudad con la ladera oeste y, sobre todo, con los equipamientos situados al otro lado del río, como la estación de tren o el centro de transportes de Sueros. Además, “el casco urbano ganaría un nueva zona de recreo». Faltaron apoyos y, sobre todo, fondos.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

Más visos de realidad tuvo el proyecto del Centro de Alto Rendimiento Deportivo (CARD) incluido por IU en los presupuestos del Estado de 2010. La fractura política que la propia actuación generó en Mieres, quedándose IU como la única valedora del proyecto inicial, mientras PSOE y PP optaban por una iniciativa menos ambiciosa pero más práctica, terminó con los dos millones asignados a la actuación retornando al Consejero Superior de Deportes. Desde el inicio surgieron reticencias desde el gobierno local, ya que la citada partida apenas hubiese cubierto un pequeña parte del coste de los trabajos, que, aunque nunca se concretaron, hubiera superado ampliamente los diez millones de euros.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

El ensanche urbano de La Mayacina, por sí solo, es una fuente de proyectos truncados. No sólo se alteraron notablemente los proyectos de los bloques de viviendas incluidos en el plan, con un importante desdoro estético. Y es que se han quedado sin ejecutar tres actuaciones de gran calado que en su momento generaron gran expectación. Ni se ha construido el nuevo edificio municipal que debería haberse ubicado junto a la iglesia de Santa Marina, ni el parking subterráneo proyectado en la parcela central del barrio ni tampoco el centro escénico que estaba previsto levantar en una de las parcelas más próximas a la vieja estación del Vasco. Tanto el Ayuntamiento como el parking llegaron a tener proyecto. En el primero de los casos, la redacción costó 232.000 euros. La actuación contaba con un presupuesto de 5,7 millones de euros. La llegada de IU a la Alcaldía hizo que el proyecto dejara de ser prioritario, al igual que el parking subterráneo. La larga crisis que comenzó en 2007 terminó con el Ayuntamiento renunciando a ambas actuaciones.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

El Ayuntamiento también renunció en 2013 al desarrollo del parking subterráneo de Oñón. El Consistorio lo adjudicó en diciembre de 2011, pero su ejecución quedó en suspenso al no estar garantizada la cobertura económica tras la supresión de los fondos mineros decretada por el entonces Gobierno central del PP. Pero en Oñón el alcance de la planificación truncada va mucho más lejos. El Ayuntamiento abordó a principios de siglo un plan urbano que afectaba a una parcela de 23.363 metros cuadrados, de los que 7.133 se iban a destinar a zonas verdes y otros 900 a equipamientos. En cuanto al espacio residencial, se preveían varios edificios, con un total de 222 viviendas. Nada se ha ejecutado.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

La lista de proyectos virtuales que no han sido es mucho más amplia. Podría citarse, por ejemplo, la iniciativa para dotar de techumbre al puente Seana que pretendía abordar el PSOE justo antes de perder la Alcaldía o los hoteles proyectados para el centro comercial de Santullano o para Requejo.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

El proceso de reconversión industrial en Mieres casi podría definirse por sí mismo como una recreación virtual. Son muchos los proyectos empresariales que no han cuajada. Cuando hace una década se presentó el diseño del polígono de Reicastro, estructurado con tres centros de actividad, pocos hubieran imaginado que en 2021 los terrenos seguirían vacíos. Los mismo vale para el centro tecnológico de Figaredo o el desarrollo industrial de Minas Llamas.

Una reconversión con polígonos y centros de empresas sin ejecutar

La parálisis de Reicastro contrasta con la viveza que trasmite el último proyecto empresarial que pasó de largo por estos terrenos tras mostrar interés por ellos. La iniciativa industrial bautizada como Latem Aluminium se ha planteado como objetivo alcanzar los 660 empleos. La firma anunció hace meses para ello una inversión de 238 millones de euros en las plantas de Villandagos del Páramo (León) y Villabrázaro (Zamora). El polígono mierense urbanizado hace diez años con un coste de 4,5 millones no sólo permanece vacío, sino que aún tiene pendiente de solución el bloqueo que afecta al suelo debido a anomalías relacionadas con la titularidad del terreno.

El desarrollo del proyecto del futuro centro tecnológico de Figaredo podría desbloquearse en breve, si finalmente se ejecuta el proyecto de fondos mineros pactado hace ya dos años. Tiene asignados 9 millones de euros. Ahora bien, el Principado aseguró en 2007 que el acuerdo con Hunosa para desarrollar el proyecto ya estaba hecho. La parcela tiene una superficie de 74.462 metros cuadrados, de los cuales se reservarán 11.710 metros para dotaciones.

Aún más lejos parece estar el desarrollo de los polígonos de Minas Llamas (45.000 metros cuadrados) y Tres Amigos (50.000 metros). En el caso de estas dos antiguas explotaciones mineras, los terrenos aún no han sido urbanizados. De hecho, su rehabilitación industrial lleva totalmente parada desde hace unos tres lustros.

Actuaciones más concretas han terminado totalmente olvidadas. El centro de empresas del polígono industrial de Fábrica llegó a contar con un presupuesto de 1,3 millones. En 2010 el Ayuntamiento tuvo varias reuniones con el Ministerio de Industria para desbloquear la actuación, sin éxito.