La asociación de vecinos de la Hueria Villar y Pumarín, en Langreo, mostró ayer su malestar por la negativa del párroco de Ciaño a celebrar una misa al aire libre en La Barraca, coincidiendo con la fiesta del día del socio este sábado. El festejo incluirá, eso sí, la entrega del bollu preñáu y la botella de vino.

“En nuestro pueblo se nos niega todo, incluso la posibilidad de participar en una santa misa en honor, memoria y gloria de nuestros vecinos fallecidos durante los dos últimos años. El cura nos ha dicho que no. Para ello ha alegado que no da misa al aire libre ni en una fiesta donde haya barra de bar por el consiguiente jaleo que este hecho puede traer”, indicó Jaime García, portavoz del colectivo vecinal.

García mostró su “perplejidad” ante tales argumentos ya que “ambas cosas, oficios al aire libre y en fiesta, se han venido celebrando a lo largo de los años sin ningún tipo de problema. La última vez, sin ir más lejos, el pasado 8 de septiembre junto a la ermita del Carbayu. Y, añadió, “ha sido la desidia del Arzobispado la causante de que el templo de la Asunción esté, en estos momentos, en el estado ruinoso en el que está. Y que por lo tanto no haya techo para orar por los nuestros”.