Los dos hombres heridos en la pelea ocurrida el pasado sábado en Lada se recuperan de las heridas sufridas, ambas con arma blanca. A pesar de que ambos resultaron lesionados, los agentes de la Policía Nacional solo detuvieron a uno de ellos, un varón de 19 años, considerado por loa gentes el presunto agresor. El otro, de 54 años, se considera víctima de la reyerta y tiene relación de parentesco con el detenido.

La disputa tuvo lugar el sábado, alrededor de las siete de la tarde, en una calle del citado distrito langreano, por causas que todavía se desconocen, ya que la Policía mantiene abierta la investigación para esclarecer las causas de lo ocurrido. De hecho, el detenido no había pasado todavía ayer a disposición judicial.

Tras la intervención de los agentes de la Comisaría de Policía de Langreo-San Martín del Rey Aurelio, los dos hombres fueron trasladados hasta el hospital Valle del Nalón, en el distrito langreano de Riaño. El detenido, tal y como ha podido saber este periódico, presentaba policontusiones y erosión por mordedura de perro en las piernas. También tenía heridas por arma blanca en la mano y en la cara. A consecuencia de estas últimas heridas tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) donde fue atendido en el servicio de cirugía plástica. La víctima presentaba una “laceración traumática” de la vena femoral en una pierna. Tuvo que ser trasladado hasta el hospital de Cabueñes, en Gijón, para ser atendido en el servicio de Cirugía Vascular.

Con el del sábado, ya son tres los sucesos similares ocurridos en el concejo de Langreo en apenas una semana. El pasado jueves un joven se presentó en un bar de La Felguera con una herida en el costado asegurando que había sido apuñalado. Fue trasladado al hospital Valle del Nalón donde se comprobó que sufría una herida por arma blanca en un costado. Tras ser atendido de sus lesiones, recibió el alta.

El otro incidente se produjo el pasado día 16, cuando un agente de la Policía Local de Langreo fue apuñalado en la cara por un hombre de 60 años al que trataba de tranquilizar tras haber sido denunciado por los vecinos, ya que estaba tirando platos y rompiendo cosas desde la venta de su casa. El agente tenía heridas en la cara y en la nariz, además, el cuchillo llegó a atraversarle el pómulo. Precisó una intervención quirúrgica