Los vecinos del distrito langreano de Lada han mostrado su preocupación por los “continuos actos vandálicos” que se vienen produciendo en el mobiliario urbano, pero sobre todo en la zona del parque infantil.
Tal y como explican los propios afectados, “han desaparecido los dos laterales de la casita que había en el parque para que los niños pudiesen jugar”. Pero no solo eso, también han producido una serie de agujeros profundos en la capa protectora que cubre el suelo de esta zona de juego.
Los daños también afectan a los bancos que se utilizan, sobre todo, para el descanso de los padres y abuelos cuando los pequeños están en el parque. Así, algunos de ellos tienen las maderas arrancadas mientras que otros han sido víctimas de los vándalos al haber sido volcados contra el suelo. También hay grietas en las paredes que delimitan el área de juego infantil.
“No solo hay vándalos, también absolutos irresponsables con la limpieza del entorno”, ya que “el suelo está plagado de restos de papeles, mascarillas y botellas de plástico. Parece un estercolero”, aseguran los vecinos, que dan cuenta de una falta “total” de limpieza de estas instalaciones, donde la “vigilancia brilla por ausencia”.
Sobre esta falta de limpieza, los vecinos también observan que, a la entrada del parque infantil, “hay decenas de botellas de vidrio tiradas en la acera”. Esto sí que tiene una explicación, porque el contenedor “dedicado al vidrio para reciclar siempre está completo”. Por ello, demandan que se vacíen este tipo de contenedores con una mayor asiduidad.
Pero los actos vandálicos no se limitan a la zona de ocio infantil de Lada sino que, como denuncian los vecinos, “también han roto los cristales de la iglesia que está junto al parque. De hecho, han tenido que poner protecciones en todas las ventanas para evitar que se produzcan nuevos daños” en estos elementos.
Otras zonas
La situación que se da en el parque de Lada se ha repetido también en otras zonas de Langreo. Concretamente en el parque Antonio García Lago, en La Felguera. El pasado mes de agosto, la Policía Local de Langreo anunció que reforzaría la vigilancia en este equipamiento tras haber detectado la destrucción intencionada de mobiliario urbano y otros desperfectos varias zonas del espacio verde.
Los empleados municipales encontraron siete bancos arrancados de su sitio y quemados, desmontados o cortados. En este caso, no se echó la culpa a la celebración de botellones en el parque, sino que se aseguró que se trataba de una conducta puntual de un número muy reducido de personas del distrito.
