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Diez años después un urogallo estrena, junto a otras seis aves y dos erizos, el Centro de Recuperación de la Fauna

La recogida de animales que requieren atención va en aumento: 1.670 intervenciones en el 2020

Un halcón peregrino en las instalaciones de Sobrescobio, de recuperación de fauna silvestre.

Por fin tiene moradores. El Centro de Recuperación de la Fauna Silvestre del Principado, ubicado en Sobrescobio, ha acogido sus primeros huéspedes, diez años después de su construcción. Se trata de un urogallo, un águila culebrera, dos busardos ratoneros, dos erizos, un cernícalo, un mochuelo y un halcón peregrino, que ya reciben atención en el equipamiento.

El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, acompañado por el director general del Medio Natural y Planificación Rural, David Villar, y por el alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, han visitado este miércoles las instalaciones, ubicadas en el monte de utilidad pública Isorno y con más de 4.000 metros cuadrados de terreno.

El centro tiene el cometido de acoger todos los animales silvestres con problemas que recojan los agentes del Medio Natural, y que cada vez son más, según han declarado las autoridades. Especialmente se prestará atención a ejemplares de especies protegidas o en peligro de extinción. En el centro se evaluará su estado y condiciones físicas, se les curará y se les rehabilitará, siempre con el propósito de reintroducirlos posteriormente en su hábitat natural, como insisten los responsables.

El consejero, Alejandro Calvo, con otras autoridades, en la inauguración del centro.

Las instalaciones cuentan con salas de vuelo de aves rapaces, para que estos animales ejerciten sus músculos antes de su proceso de liberación. También tienen quirófanos y laboratorios que permitirán desarrollar una labor investigadora a través de las necropsias que se realizarán a los ejemplares hallados muertos y a aquellos que no logren recuperarse. Esto permitirá reforzar la colaboración con personal científico del Serida y de la Universidad de Oviedo, que se mantiene desde hace años, en relación con especies como el urogallo, el oso pardo o las aves carroñeras.

En 2020, según los datos aportados por el Principado, se registraron 1.670 intervenciones con fauna silvestre, de las cuales 365 requirieron atención veterinaria. En concreto, se prestó atención a animales de 70 especies diferentes y, de ellos, 158 se recuperaron y se reintrodujeron en el medio natural, muchos con dispositivos de geolocalización. En el caso de las aves, todas se liberaron anilladas para su posterior estudio.

Clave para la detección de procesos patógenos en la fauna

El equipamiento de Sobrescobio será el centro de referencia del Programa de Vigilancia Sanitaria de Fauna Silvestre, implantado en Asturias desde 2003. La Consejería ha explicado que esta iniciativa permite detectar y evaluar diferentes procesos patógenos en la fauna silvestre que pueden representar un riesgo no solo para sus poblaciones, sino también para el ganado doméstico o para las personas.

Un mochuelo, en una de las salas de vuelo.

La Dirección General del Medio Natural coordina el programa en colaboración con la de Ganadería y Sanidad Animal. Afirman desde el Principado que fruto de su trabajo conjunto se han intensificado las recogidas de muestras que posteriormente se analizan en el laboratorio de Sanidad Animal de Jove. En el último año, se ha procedido a la necropsia y estudio de 115 animales, de los que 73 son mamíferos y 42 aves.

Aula de interpretación

Respecto a la dotación que tiene el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, la instalación cuenta con un aula de interpretación que permitirá desarrollar un plan de educación ambiental para dar a conocer las labores que se llevan a cabo y sus implicaciones en la conservación de la naturaleza, al tiempo que permitirá divulgar la importancia de conservar la biodiversidad.

El aula tiene una zona expositiva, donde se muestra cómo se realizan los trabajos de rescate y recuperación de los animales, y un conjunto de videocámaras que monitorizan en tiempo real los ejemplares acogidos en el centro y las salas de vuelo de rapaces. Todo ello se complementa con un área que permitirá observarlos en directo.

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