La exitosa reconversión del pozo Santa Bárbara (Turón) en centro artístico ha puesto muchas miradas en el Ayuntamiento de Mieres, donde la creciente inversión en cultura hace tiempo que responde a un ambicioso plan trazado por el concejal Juan Ponte (IU). El florecer cultural rompe con la tendencia mantenida durante décadas, un periodo de decaimiento cuyo inicio podría situarse en el derribo del antiguo Teatro Capitol (1992). No hace tanto, en 2011, el Ayuntamiento cerraba su principal centro artístico, la Casa Duró, por falta de recursos para mantenerla en funcionamiento. Ahora, no falta dinero para la promoción cultura.
–¿Hasta qué punto considera importante que la cultura esté presente en la vida pública?
–El acceso a la cultura es un derecho fundamental de la ciudadanía y así lo concebimos desde IU. Cumplimos con nuestro programa, con lo que nuestros vecinos han votado. La cultura es un motor para el concejo. A nuestros eventos asiste público no solo del municipio, sino de muchos lugares de Asturias y de España. Esas personas consumen aquí, compran aquí y en muchos casos pernoctan aquí. De este modo, se apoya al comercio y a la hostelería, se genera empleo indirecto y Mieres es una ciudad con vida.
–¿Percibe que la imagen de Mieres como referente cultural se está fortaleciendo? ¿En qué dirección hay que avanzar?
–Mieres se ha afianzado como un lugar de peregrinación cultural. Esto es un hecho. Estamos en el mapa y ahora hay que aprovecharlo desde una visión global de la ciudad que queremos para el presente y sobre todo para el futuro. Necesitamos ofrecer propuestas inesperadas, atractivas y singulares; que nos diferencien, que no sean más de lo mismo.
–¿Se esperaba el éxito de la exposición del pozo Santa Bárbara?
–Llevamos trabajando en esta intervención muchos meses; te diría que años. Ha tenido impacto mediático. El número de visitas es sorprendente y la procedencia de los visitantes, muy diversa: Reino Unido, Alemania, Francia, etc. Ahora jugamos en primera división, pero con los pies en la tierra. El objetivo es canalizar nuestros objetivos turísticos en esta dirección. Quienes visitan la pieza de Anthony McCall pasan el día en el concejo.
–¿Echa en falta en Mieres algún centro escénico de mayor envergadura? En este sentido, ¿tienes opinión sobre la pérdida en su momento del Teatro Capitol?, que tanto dolió en ámbitos culturales?
–A día de hoy, tras la reapertura de las antiguas instalaciones de Cajastur como Mieres Centru Cultural (MCC) y la búsqueda de nuevos usos para nuestro patrimonio industrial, contamos con espacios culturales suficientes y de calidad. Debemos huir del grandonismo. Mi opinión personal respecto a la pérdida del Teatro Capitol es que fue un error de primera magnitud.
–¿Aún está el territorio a tiempo de sacar rentabilidad turística al legado industrial?
–Desde luego. El patrimonio industrial, pero también natural y etnográfico, es nuestra seña de identidad. Pero no debemos actuar desde la nostalgia, sino que hay que articular nuevos usos que impliquen innovación, investigación y desarrollo; que generen valor añadido. Solo así se puede mantener nuestro patrimonio.
-–¿Trabaja en algún proyecto que le haga especial ilusión y se pueda adelantar algo?
–Sí, en la línea de lo ya apuntado, estamos avanzando en la aplicación de la realidad virtual, aumentada y los videojuegos a nuestro patrimonio. El potencial es espectacular y a corto plazo ya podremos ofrecer algunas muestras.
–¿Sirve de algo reivindicar la rehabilitación del sanatorio de Bustiello sin un compromiso previo de uso?
–Toda rehabilitación de un bien debe estar precedida por la definición de su uso. De lo contrario se volverán a cometer errores. En el caso del Sanatorio, la responsabilidad es del Principado y nos consta que se están barajando distintas opciones. Lo que nos gustaría es que se materializaran cuanto antes. Sería una muestra del compromiso del Principado con Mieres.
