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“Las protestas seguirán hasta ver soluciones”, claman los padres de tres colegios de Langreo

Las familias de Ciaño, Tuilla y Riaño reclaman “hechos y no palabras” al Principado y al Ayuntamiento por los problemas en los centros

Gerardo Varela, Jessica García López, Rosa María Rodero, Begoña Matas y el edil Pablo Álvarez. | L. M. D.

Los padres de los alumnos de los colegios La Llamiella (Riaño), Plácido Beltrán (Ciaño) y Regino Menéndez (Tuilla) seguirán adelante con sus acciones de protesta hasta que el Principado y el Ayuntamiento de Langreo “demuestren con hechos, no solo con buenas palabras” que van a solucionar los “graves” problemas que sufren los alumnos de estos centros.

Representantes de los padres de los tres colegios estuvieron ayer con miembros del grupo municipal de Unidas por Llangréu. El concejal Pablo Álvarez afirmó que “se ha dado margen al gobierno local para intentar solucionar estas cuestiones, en las que hay que tratar con el Principado. Pero no se ha hecho, y la presión ejercida es insuficiente”. En Ciaño, los padres han sacado a los niños del colegio por las goteras, que solo son la gota que colma el vaso. No pueden usar el gimnasio por su mal estado, carecen de videoportero, “cualquiera puede entrar en el recinto, en el colegio, y hacer cualquier barbaridad”, denunció Rosa María Rodero. “Los niños no volverán a clase hasta que tengamos un compromiso real, por escrito, de que se van a llevar a cabo estas obras”, que llevan años reclamando. El anuncio realizado el viernes por el Principado, que se comprometía a arreglar el tejado, les parece “bien”, pero “hay que verlo, y esperemos que no sea un mero parche, porque el colegio tiene muchas deficiencias, y lleva sin inversiones mucho tiempo”.

En La Llamiella, Begoña Matas explicó que se van a quedar sin servicio de comedor, con las dificultades para la conciliación que esto ocasionará a las familias. Y a los niños, que “son los principales perjudicados”. Según Matas, se ha hablado con el Ayuntamiento, “que culpa a la empresa”. También conversaron con la compañía, “que dice que es el Ayuntamiento”, que al ser pocos niños, “no compensa contratar a una cuidadora”. Así, en medio, quedan las familias, que saben que “a la vuelta de las vacaciones de Navidad, salvo si se solventa, no habrá comedor”.

Por su parte, Gerardo Varela, de los padres afectados por la falta de transporte escolar para niños de la zona rural de Tuilla, recalcó que si bien les han prometido una solución “no nos la creeremos hasta que veamos el autobús llevando a los nenos”. Las familias de los tres centros coinciden en que se les dan “buenas palabras”, pero que al final “lo único que nos está funcionando es protestar”. Por ello, continuarán con sus movilizaciones –barajan unirse y hacerlas conjuntas– hasta que “se vea una verdadera solución en los colegios”.

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