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Vesuvius se aferra a la lucha

Tras dos años y medio del cierre de la factoría de Riaño, los extrabajadores siguen peleando para lograr una alternativa industrial

Los extrabajadores duermen bajo el puente de Sama.

Principios de septiembre de 2019. La multinacional Vesuvius presenta un ERE de extinción de empleo para los trabajadores de su planta de Riaño, dedicada a la fabricación de moldes y piezas con materiales refractarios para la industria pesada, principalmente para la metalurgia. El grupo alegaba la crisis del acero que se estaba viviendo para mantener su postura, pero no contaba con el espíritu de lucha de sus trabajadores. Así, éstos protagonizaron numerosas movilizaciones e, incluso, un encierro en la catedral de Oviedo. Y lograron un compromiso, un plan industrial alternativo para la planta de Riaño en el plazo máximo de tres años. Ahora, dos años y medio después de presentar ese ERE, los trabajadores siguen en lucha y critican que, pese a haberse contactado con más de 8.000 empresas, “no hay alternativa”.

Manifestación celebrada en Langreo en 2019.

A modo de ejemplificar la situación de desamparo en la que habían quedado, los trabajadores, acompañados por sus familias, se fueron a vivir de forma temporal bajo el puente de Sama. Una iniciativa que han emulado este fin de semana para dar cuenta de que todavía seguían en lucha y, a la vez, hacer gala de solidaridad con la recogida de alimentos, comida y ropa para las personas más necesitadas. No es la primera vez que llevan a cabo una campaña de estas características. Su lucha les llevó hasta la catedral de Oviedo, donde se encerraron durante diez días. En su encierro, además, recibieron la visita de los Reyes de España, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, que se encontraban en Asturias por la semana de los premios Princesa de Asturias.

Salida de la catedral de los trabajadores encerrados.

La multinacional ya había intentado cerrar la fábrica una década antes. Hubo intensas movilizaciones y la medida se paró. Pero no sólo eso, incluso se ampliaron las instalaciones y se incrementó la plantilla. Pero la sombra del cierre volvió años después, y esta vez sí parecía definitiva. Por eso a los trabajadores no les quedó otra que movilizarse. Primero en los alrededores de la factoría para después tomar una importancia mucho mayor. Las demostraciones de fuerza fueron importantes. Las movilizaciones de apoyo organizadas en Langreo fueron seguidas por miles de personas. Y también la marcha que se organizó a pie hasta la capital asturiana.

Y la lucha sirvió. Ya que alcanzaron el compromiso de un plan de reindustrialización para la factoría de Riaño que debería ser una realidad en el plazo máximo de tres años. Para su desarrollo se puso en marcha una mesa de seguimiento formada por el Ministerio de Industria, la empresas, los trabajadores, el Principado y el Ayuntamiento de Langreo. También se contrató a la consultora Lee Hecht Harrison (LHH), que desarrolla el plan de recolocaciones y de prospección de inversores para la planta de Langreo.

Las gestiones

Pero el tiempo se agota y, de momento, no hay nada claro. Hace unos días, el consejero de Industria, Enrique Fernández, avanzó algunos detalles de esta mesa. Así, explicó que había cuatro empresas en “una fase de valoración final” para “dar el paso” y retomar la actividad en la planta. También explicó que, en este tiempo se había contactado con “8.292 empresas”. Con 22 de ellas se firmaron acuerdos de confidencialidad para conocer la situación y el estado de las instalaciones.

Otra cosa es la situación actual de los ya extrabajadores de Vesuvius. De los 75 empleados que se adhirieron al plan de recolocación 62 están trabajando en otras empresas, “3 en formación y 10 siguen buscando empleo”. Sin embargo, como señalan los propios exempleados, se trata mayoritariamente de trabajos precarios que nada tienen que ver con lo que hacían en Riaño.

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