Instaló un localizador en el coche que utilizaba uno de sus empleados y ahora se enfrenta a una pena de 18 meses de prisión, además de la multa. El juicio se celebra hoy en Langreo.

El acusado, según la Fiscalía, quería “conseguir información sobre los desplazamientos y actividades” de su empleado.

En el relato del Ministerio Fiscal se explica que “el 5 de diciembre del año pasado el hombre, un empresario de Langreo, suscribió la contratación de una línea de telefonía móvil con la empresa República Móvil, Orange España. Tras tener el alta de esa nueva línea de teléfono e internet, entre los días 5 y 13 de ese mismo mes, instaló la tarjeta sim de ese nuevo teléfono en un dispositivo de geolocalización remota, que colocó adosado al tubo de escape del vehículo que habitualmente utilizado por su empleado con ánimo de obtener información sobre sus desplazamientos, actividades y ocupaciones privadas”.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito contra la intimidad además del uso de un artificio técnico de transmisión de señal de comunicación, lo que supone la vulneración del artículo 197.1 del código penal.

Ante esta situación, se solicita que se condene al acusado a 18 meses de prisión, con inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el mismo tiempo, y 18 meses de multa, con una cuota diaria de 6 euros, con responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago.