Llegó el fin de semana que todo esquiador espera, de esos con frío, sol y abundancia de nieve, eso sí, dura, con lo que hay que afilar los cantos de las tablas para evitar sustos. Las buenas condiciones climatológicas llenaron las estaciones de esquí asturianas. Entre Valgrande-Pajares, en Lena, y Fuentes de Invierno, en Aller, un total de 5.609 esquiadores disfrutaron de las pistas entre el sábado y el domingo previo al fin de semana de Navidad.
Las nevadas de principios de mes dejaron una abundante capa de nieve en la Cordillera Cantábrica, los operarios de las estaciones hicieron el resto y supieron aprovechar ese manto blanco para compactarlo y colocarlo en los lugares adecuados, las pistas. Las lluvias de los días siguientes, en la segunda semana de diciembre hicieron temer que la nieve se derritiese pero el bajón en las temperaturas y la llegada del sol y las heladas convirtieron las estaciones de esquí asturianas en un paraíso, un poco gélido, eso sí.
Los dos centros de montaña asturianos pusieron a disposición de los aficionados un total de 35,8 kilómetros esquiables, con 27 en Pajares y 8,8 en Fuentes de Invierno. Cada estación abrió puso en funcionamiento cinco remontes. Los espesores de nieve oscilaron entre el medio metro y los casi dos metros.
En Fuentes de Invierno, además, la Escuela de Esquí organizó una foqueada nocturna solidaria y un bautismo de Nieve en el que participaron 70 niños.
Un fin de semana lleno de actividad en las estaciones de esquí asturianas a las que además se pudo acceder sin restricciones en las carreteras.
