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La última Navidad del carbón español

El pozo Nicolasa de Hunosa seguirá funcionando hasta que se inicien las obras para transformar La Pereda en central de biomasa, previstas para este año

Vehículos de los trabajadores del pozo Nicolasa, con el castillete al fondo. | D. M.

Todo apunta a que éstas serán las últimas navidades en las que se sacará carbón del pozo Nicolasa, en Mieres. La extracción de combustible se mantendrá en 2022, aunque irá ligada al desarrollo de las obras de hibridación en la central térmica de La Pereda, propiedad de la empresa pública Hunosa. Pero la cuestión es que aún no hay una fecha fijada, debido sobre todo al retraso en el desarrollo del proyecto motivado, entre otras cuestiones, por la pandemia. Pendiente está la negociación con los sindicatos, así como otras cuestiones de interés, como la subasta eléctrica de biomasa a la que Hunosa tendrá que presentarse para poder abrir su planta alimentada con combustible sostenible.

Los trabajadores de Nicolasa también son conscientes de que no pasarán otra Navidad como la actual. Eso sí, el hecho de que deje de sacarse carbón en el pozo no quiere decir que vaya a cerrar de forma inmediata. Una vez que cese la extracción tendrán que comenzar las labores de postminería (desmantelamiento seguro), que todavía se alargarán durante varios meses.

Hunosa, por su parte, también mantiene activa la central térmica, unas instalaciones que funcionan a pleno rendimiento y que, como aseguraba el secretario general del SOMA, José Luis Alperi, “esta contribuyendo a mejorar los precios de la electricidad, ya que si la central estuviese cerrada, el precio de la luz sería todavía mayor”. Tanto el SOMA como CC OO en Hunosa defienden que el pozo siga abierto hasta que la central de La Pereda se modernice. El secretario general de CC OO en Hunosa, Adrián Miguel Pérez, explicaba que “tampoco hay proyectos que garanticen la continuidad de todo el empleo, tanto el fijo y las contratas”.

Durante la firma del último plan de empresa ya se habló de la continuidad de la actividad extractiva en el pozo Nicolasa, “pero había cierta incertidumbre, por eso es necesario que haya una nueva negociación con la empresa”, apuntó Alperi. De hecho, la fórmula que se utilizó para que el pozo pudiese seguir activo cuando se estaban cerrando todas las explotaciones de carbón del país es que el combustible extraído fuera para autoconsumo, es decir, para alimentar la caldera de la central térmica de La Pereda.

Pero el plan de la compañía estatal, y uno de sus principales proyectos de futuro, era la hibridación de la térmica para que pasase a estar alimentada por biomasa. En un principio, se fijaba el mes de enero de 2022 para el inicio de las obras en la planta, lo que supondría el cierre del pozo a finales de este mes, algo que no ha ocurrido. El retraso en los planes da la razón a los sindicatos, que pretendían que se mantuviese la actividad extractiva. Y también parece que desde el Gobierno central nadie se ha mostrado partidario del cierre anticipado del pozo. Eso a pesar de que sí había cierta incertidumbre entre los trabajadores por la postura contraria al carbón que mantiene el Ejecutivo central, concretamente la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a la que han acusado en más de una ocasión de “demonizar” el sector del carbón.

El plan de transformación de la central térmica de La Pereda para que utilice biomasa forestal fue aprobado hace un año por el consejo de administración de Hunosa. La conversión de la planta, como aseguraban desde la compañía, supondría la creación de casi 200 nuevos puestos de trabajo relacionados con la gestión de la biomasa forestal, además de mantener los actuales 73 empleos que tiene la planta. Su coste, 41 millones de euros. Y es que entre las modificaciones que habrá que desarrollar están la adaptación de la caldera, la incorporación de una tecnología que incrementa la potencia neta de la planta con la mejora de la eficiencia del ciclo de refrigeración –un sistema denominado Ciclo Higroscópico, una tecnología desarrollada por la ingeniería asturiana Imasa– y un sistema de almacenamiento logístico del combustible.

Biomasa

Además, Hunosa tiene una apuesta tan importante por el sector de la biomasa, que acaba de constituir el Polo Tecnológico y Empresarial de la Biomasa en Asturias. La asociación está integrada por una treintena de empresas y entidades que tiene como objetivo ser el impulsor de la actividad forestal, del aprovechamiento de estos recursos y elemento tractor del crecimiento del sector.

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