No les vale. Los horarios que el Principado ha marcado para que los vecinos de La Nueva, en el valle de Samuño, puedan circular por la carretera LA-7 después de que una escombrera de Hunosa se derrumbase sobre la calzada, no se ajustan a las necesidades de los vecinos.

En una asamblea celebrada la noche del viernes en La Nueva, justo el día que el Principado anunció la apertura de la vía durante seis horas al día, los vecinos acordaron pedir el Ayuntamiento de Langreo que inste al Principado a modificar los horarios. En un principio pueden utilizar la carretera de 8.00 a 10.00, de 14.00 a 16.00 y de 18.00 a 20.00 horas. “No es factible”, concluye el alcalde pedáneo, Tomás Hernández, tras la asamblea vecinal. “Hay mucha gente que a las ocho de la mañana tiene que estar trabajando”, añade. También piden poder circular más allá de las ocho de la tarde. Quieren “no tener que andar con el coche por esas carreteras de cabras de la zona alta”, dice Hernández en referencia a las vías alternativas que enlazan La Nueva con Ciaño, Sama y toda la cuenca del Nalón.

Los vecinos también quieren saber “cuándo se van a retomar las obras de consolidación de la escombrera que ha dañado la carretera”. Aseguran que “se ha retirado toda la maquinaria” y piden responsabilidades a Hunosa. No solo quieren que se solucione el problema con esa escombrera sino con otras que también “son peligrosas para los vecinos”.

Tomás Hernández ya ha trasladado estas peticiones al Ayuntamiento para que se las haga llegar al Principado. “Sabemos que las medidas que han tomado son provisionales, que serán unos días, y que han colocado testigos digitales que medirán la evolución de la escollera”, apunta el alcalde pedáneo, pero aún así creen que los horarios en los que se puede circular por la carretera “deben modificarse”.

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Hernández recuerda que “el Ecomuseo de Samuño es el equipamiento turístico más visitado del concejo pero no puede ser un museo de puertas cerradas sino que tiene que incluir toda la rehabilitación del valle”.

“Hay que trabajar en un proyecto integral del valle de Samuño, en el que se tengan en cuenta todos los valores etnográficos y su patrimonio industrial pero para ello hay que solucionar el problema de las carreteras”, concluye Hernández.