Antonio Curto lleva 24 años viviendo en el edificio de las Casas de los Maestros de Riosa. Nunca ha sido docente. En su momento, ni compró ni firmó ningún tipo de contrato de alquiler. Simplemente necesitaba un sitio para vivir, el piso estaba vacío y entró. Desde entonces no ha pagado renta. Abonó los recibos de agua, luz y basura hasta hace poco: “He dejado de pagarlos porque el edificio está que se cae, casi en ruinas y no recibimos servicios dignos”.

El Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con el Principado para la cesión del edificio con el fin de que la Administración autonómica asuma su inmediata rehabilitación. El inmueble cuenta con 14 pisos, de los que actualmente 12 están habitados, en algunos casos por familias con niños. La historia de cada una de esas familias es similar a la de Antonio Curto. Llevan años residiendo en estas viviendas sin ningún tipo de respaldo legal más que el de estar empadronados en el municipio.

“A efectos prácticos, se puede decir que el edificio lleva unos 30 años ‘okupado’”, señala la alcaldesa de Riosa. Ana Díaz subraya que cuando ganó las elecciones municipales 2015 uno de los objetivos que se fijó IU fue buscar una solución a la irregular situación de este amplio grupo de inquilinos: “El anterior gobierno local dejó que la situación se enquistase, sin poner solución a una condición residencial totalmente anómala”. La actual responsable municipal ha venido intentando sin éxito que el Principado aportara una solución. “El problema no es solo que los pisos están ocupados de manera irregular, ya que además el deterioro del inmueble es tremendo”, señala Díaz.

Estefanía Amorín, ayer, asomada al patio del edificio, con importantes desperfectos. | D. M.

Hace unos meses el Principado planteó una solución. Si el Ayuntamiento cedía la propiedad, la administración regional abordaría un proyecto de rehabilitación y posterior conversión en viviendas sociales. “El acuerdo es que las familias que ahora residen puedan seguir en los pisos siempre que su situación económica lo haga necesario”, remarca la regidora. El acuerdo acaba de ser publicado en el BOPA, pero previamente requirió de un acuerdo plenario en el que el grupo municipal del PSOE votó en contra la decisión, pese a ser una propuesta del gobierno socialista del Principado: “Hay posturas que solo se entienden en el marco de una política de acoso a la alcaldesa”, afirma Díaz. Cabe recordar que la regidora tuvo que declarar hace meses en el Juzgado de Mieres para defenderse de la denuncia por prevaricación presentada contra ella por una edil del PSOE.

La alcaldesa está satisfecha con el acuerdo: “Valoramos la buena disposición mostrada por el director general de Vivienda”. Los vecinos también respaldan el plan, aunque en algunos casos con matices: “Está claro que el edificio necesita una rehabilitación integral. El saneamiento va directamente al río y nosotros mismos hemos tenido que hacer obras para que las aguas fecales no nos entren en las casas”, señala Antonio Curto. “El anterior gobierno local se preocupó de realizar obras, pero ahora llevamos años desatendidos”, subraya Estefanía Amorín, que tiene dos hijos pequeños.

La comunidad espera que en breve puedan vivir en unas condiciones dignas. “Estaré encantado de pagar una renta si el piso y las zonas comunes son arregladas”, subraya Curto. Los vecinos tienen un solo temor: “Confiamos en que se cumpla lo pactado y el Principado nos permita seguir viviendo en los pisos”.

La rehabilitación

La inminente rehabilitación de los pisos y la normalización residencial bajo un contrato de alquiler de carácter social genera una aprobación general entre los vecinos. Unos aplauden la medida sin matices: “La alcaldesa ha logrado arreglar algo que era insostenible”, apuntan unos. Otros lanzan algún reproche: “Solo se ha informado a algunos de los ocupantes y lo ideal hubiera sido que el edificio siguiera en manos municipales para que la renta fuera a parar a las arcas locales”. El Ayuntamiento nunca ha valorado esa posibilidad, alegando un gasto de sostenimiento sería inasumibles para un consistorio tan pequeño.

La Casa de los Maestros, ubicada en La Vega, parece que finalmente aprobarán la asignatura de su regulación.