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La mina come de la mar

La rula de Avilés y los propios pescaderos destacan el elevado consumo de pescado de calidad en las Cuencas: “Hay mucha tradición”

Sonia Andrade prepara un congrio para una clienta en su pescadería de Pola de Lena.| A. Velasco

“El mejor pescado y el mejor marisco de Asturias siempre fue para las Cuencas, y en especial, para Mieres”. Son palabras de una persona que lleva lustros dedicado al sector. Ramón Álvarez, gerente de la rula de Avilés, constata la tradición pescadera de los paladares de los valles mineros, algo que corroboran los comercios locales, que aunque reconocen que con los años ha bajado la clientela, ven en los vecinos del Caudal y del Nalón a grandes comedores de pescado y marisco. Y siempre buscando la calidad sobre el precio. Un ejemplo más de la unión de la mina y la mar.

Ramón Álvarez explica que los valles mineros siempre han sido grandes consumidores de pescado. “Cuando la minería estaba en pleno auge, los mejores pescados siempre iban para las Cuencas, hay una gran tradición”, señala el gerente de la rula avilesina, que agrega que pese a que la caída de la minería y la población también ha mermado el consumo de pescado en las Cuencas “aún se nota que es una de las plazas más importantes de Asturias, y hay un gran plantel hostelero que lleva pescados de muchísima calidad”.

Lenguado fino, mero, rodaballo, virrey, lubina, besugo, además de mariscos como langostas, bogavantes o percebes, son algunos de los productos más demandados por las pescaderías y los restaurantes de las Cuencas en la rula de Avilés.

La pescadería Milagros, en la plaza de abastos de Mieres. | A. Velasco

Precisamente en la rula avilesina es donde adquiere sus productos la pescadería Andrade, de Pola de Lena, que se alzó con el primer premio del concurso de mostradores organizado por la propia rula por las navidades. La dueña de este establecimiento es Sonia Andrade.

“La verdad es que la gente quiere muy buen pescado y nosotros trabajamos siempre con el producto del Cantábrico”, apunta la pescadera. “El precio cambia mucho en comparación a lo que se encuentra en los supermercados, porque el nuestro es todo de lonja, pero la verdad es que los consumidores quieren calidad”, apunta.

Acogida

Esta emprendedora, prima del cocinero lenense Xune Andrade, abrió hace poco más de medio año la pescadería, en plena pandemia. “Llevo toda la vida trabajando en pescaderías y tenía gana de abrir la mía propia, tenía que haberlo hecho antes”, apunta. Y tras la buena acogida ya mira en ampliar negocio: “Estamos ya en trámites para empezar con la venta ambulante, para llevar el pescado fresco a los pueblos y la zona rural; la gente lo demanda y nos lo está pidiendo”.

Y no lo dice por decir. En ese momento, la clienta que está despachando se gira: “¿Cuándo lo vais a llevar por los pueblos?”, pregunta. “Pronto, vida”, responde Andrade, antes de afirmar que “la gente la verdad es que busca la calidad por encima del precio”.

A unos 15 kilómetros, en la plaza de abastos de Mieres se ubica una pescadería histórica, “Milagros”, con 30 años de presencia en el mercado mierense. Javier Romero, responsable del establecimiento, también corrobora que se vende mucho pescado en el concejo y de alta calidad: “Hay mucha tradición y siempre hemos sido una gran plaza pescadera”. Y eso, pese a la caída de población y los supermercados, las pescaderías aguantan el tirón. “Los clientes quieren buen pescado, calidad, y tienen buen paladar, siempre lo han tenido”, finaliza Romero.

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