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Pajares y Fuentes de Invierno viven una temporada histórica antes de afrontar obras claves para su futuro

Las estaciones de esquí de Asturias registran afluencias que no se veían en años | Pajares iniciará este verano su transformación integral con el telecabina, y Fuentes por fin contará con la conexión eléctrica

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Jornada de esquí en Valgrande-Pajares David Orihuela

Las estaciones de esquí de Asturias están viviendo una temporada histórica. La campaña que se inició el pasado 2 de diciembre no se ha visto interrumpida, como casi siempre, por falta de nieve. Y las previsiones dicen que podría seguir así al menos las próximas semanas. Ha nevado, ha hecho frío y ha hecho sol. Condiciones perfectas.

Esquiadores en Fuentes de Invierno. | Fuentes de Invierno

Los esquiadores están encantados, igual que los empresarios de los valles de Aller y Lena, donde están Fuentes de Invierno y Pajares. En las oficinas se hacen cuentas del número de usuarios pero sobre todo se mira al verano. La clave está precisamente cuando la nieve se vaya. Tanto Fuentes como Pajares afrontarán a partir de la primavera obras de mejora que llevan años esperando. En Pajares serán de mayor calado, no en vano la estación tiene varias décadas más que Fuentes, donde la mejora será algo tan fundamental como llevar la luz.

Esquiadores, ayer, en la Hoya del Cuitu Negro, en Pajares. | Fernando Rodríguez

A Javier Fernández, director de Pajares, se le notaba ayer la sonrisa bajo la mascarilla cuando, a trece grados de temperatura, con un sol espléndido y en mangas de camisa, un esquiador decía que ésta había sido una semana perfecta.

Fuentes de Invierno

Más o menos a la misma hora un whasapp llegado desde Fuentes de Invierno decía: “Es impresionante el número de gallegos que hay, más del 30 por ciento de los usuarios son de Galicia. Los alojamientos están completos (70 alojamientos, 740 camas). Durante la semana también hay una ocupación altísima, que ronda el 80 por ciento. Posiblemente sea, en la historia, la temporada con más volumen de ocupación y afluencia continuada en la estación y en el valle de Aller”. El mensaje también dejaba ver la alegría de Armando Valdés, responsable de “Aller Experiencias”, la asociación que une a 15 empresas del sector de la nieve entorno a Fuentes de Invierno.

Esquiadores, ayer, en un telesilla de Pajares. | Fernando Rodríguez

Las dos estaciones, con sus diferencias y con sus más y sus menos, están viviendo una temporada que no se recuerda, pero todos miran al futuro. Sobre la mesa de la Consejería de Cultura y Turismo, de la que dependen los complejos invernales están el ansiado Plan Director de Pajares y el convenio para la conexión de Fuentes de Invierno a la red eléctrica. La estación allerana funciona con generadores de gasoil desde su apertura en 2007.

Colas en la parte baja de Fuentes de Invierno. | Fuentes de Invierno

Javier Fernández reconoce que ese Plan Director es “una carta a los Reyes Magos”. Y así es, pero siguiendo la máxima de pedir por elevación, ha logrado unos mínimos que jamás se hubiesen soñado en Pajares.

Si todo marcha bien, el esquiador que llegue a Valgrande el primer día de la próxima temporada creerá que se ha confundido de destino. No estarán la silla del Brañilín, la que ahora une en unos eternos 17 minutos las zonas baja y alta de Valgrande. En su lugar habrá un telecabina que promete cambiar los usos y costumbres de la estación. Por un lado porque el recorrido se recortará hasta los 4 minutos y por otro porque no es lo mismo ir sentado en una silla a más de 60 metros de altura, dándote el aire en la cara y temblando de frío que subir en un cómodo “huevo” contemplando el paisaje a través de los cristales. El telecabina, con un coste de unos 5,8 millones de euros será también el medio de transporte perfecto para aquellos que quieren subir hasta la zona alta de Pajares a hacer un circuito en raquetas, a pasear, a hacer bicicleta de montaña o simplemente a contemplar el paisaje. Nadie que no tenga el gusanillo del esquí se sube en un telesilla para dar un paseo, sí en un telecabina. Javier Martínez habla de desestacionalizar y de “pasar a ser una estación de cuatro meses a ser una a la que el público acuda al menos durante ocho meses”.

La instalación del nuevo remonte llevará aparejada la desaparición de la actual silla cuatriplaza del Brañillín, que se acortará y quedará para dar servicio a la gran zona de debutantes de la Hoya del Cuitu Negru, la Hoyina. También desaparecerán los viejos telesquís de La Hoya y El Arroyo en la parte baja de la estación, dos “perchas” que llevan ahí desde 1969 y 1973 respectivamente, aunque fueron renovadas en 1989. En esta primera fase del obras del Plan Director, con un coste total de 10 millones de euros, también está desmontar la silla de Les Patines. Ahí tiene la mirada puesta Tatiana Méndez, responsable de instalaciones de Valgrande-Pajares. En esa pala, a poca distancia de la cafetería y con una llanura al final, ve el lugar ideal para hacer una zona de trineos.

Tres ofertas

La financiación está comprometida por el Principado gracias a los Fondos Mineros. Tres empresas especializadas ya han presentado sus ofertas y los sobres se abrirán en las próximas semanas. Si todo va bien, Javier Martínez calcula que las obras podrían arrancar en mayo, “y son empresas muy potentes en esto que ya nos han dicho que lo pueden hacer todo en tres meses”.

Martínez bromea, desde que llegó a la estación en 2016 no ha hecho más que quitar remontes (Valgrande, Picarota, Dulceladueña, Abedules...), ahora llega el momento de ponerlos. Es como si hubiese estado desbrozando el terreno para plantar una nueva cosecha de esquiadores y aficionados a la montaña. Ese es uno de sus empeños, que Pajares sea algo más que una estación de esquí, de echo quiere repetir la experiencia de hacer conciertos de música en la estación.

En Fuentes de Invierno también tienen su carta a los Reyes Magos pero por ahora solo les han traído un juguete, el grande, eso sí. El pasado mes de noviembre, el Principado adjudicó las obras para llevar la conexión de Fuentes de Invierno a la red eléctrica de San Isidro, que ejecutará la firma Elecnor. Ese enganche es la obra física para unir la estación allerana con la subestación eléctrica de San Isidro a través de una línea soterrada. Unos trabajos que se alargarán durante tres meses y tendrán un coste de 102.190 euros. Por fin los generadores de gasoil quedarán para lo que deben estar, para una emergencia.

Eso sí. Fuentes necesita más servicios (de los de hacer pipí), más remontes, más edificios para los trabajadores (hangar, talleres, escuela de esquí, alquiler), más aparcamiento y puestos a soñar, cañones de nieve. Aunque el sueño de todo esquiador asturiano es la unión de Fuentes y San Isidro. Habrá que pedírselo a Papá Noel, que sabe más de nieve que los Magos de Oriente.

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