La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien kilómetros de un camino olvidado

El valle del Nalón quiere recuperar la vía xacobea que

unía León con Oviedo a través del puerto de Tarna

Participantes en la ruta de 2004, en Tarna. | F. R.

Son cien kilómetros, redondeando, casi olvidados pero llenos de historia. Es el conocido como “Camino de las Asturias”, la ruta jacobea que enlazaba León con Oviedo a través del puerto de Tarna, en el concejo de Caso. Si el peregrino hace completa la etapa que va desde la localidad leonesa de Lois hasta Tarna pueblo, recorrerá hasta la Catedral de Oviedo un total de 104,83 kilómetros, si opta por hacer solo la parte asturiana y echa a andar en el Puerto de Tarna, en el límite de Asturias y León, el recorrido será de 97,13 kilómetros. En todo caso caminará por una vía que los peregrinos ya utilizaron durante los siglos IX y X.

La paleontóloga, catedrática emérita de la Universidad de Oviedo y Cronista Oficial de Avilés María Josefa Sanz, una de las personas que desde hace décadas estudia y defiende con más conocimiento e insistencia el Camino de Santiago, no duda de la existencia de ese camino porque “no había camino que cruzase la Cordillera Cantábrica que no tuviese peregrinos”. Eso sí, puntualiza, “la ‘autopista’ era Pajares, igual que ahora”. El “Camino de las Asturias” podría ser una vertiente del “Camino olvidado”, el que en vez de hacerlo por Tarna entra en Asturias por el puerto de San Isidro, reflexiona Sanz, que cree que el nombre de “Camino de las Asturias” es posterior, “procede de Rodrigo de las Asturias que tenía propiedades en Boñar (León) y cruzaba la cordillera para ir allí”.

La asociación “La Pegarata” de Laviana reivindica la recuperación de ese camino, llevan haciéndolo años y ahora lo retoman al socaire del año Xacobeo. Ven una oportunidad de revitalizar la Cuenca del Nalón ya que la vía sigue el cauce del río atravesando de los concejos de Caso, Sobrescobio, Laviana y Langreo hasta entrar en Oviedo por Tudela Veguín y alcanzar la Catedral. La agrupación lavianesa ya rescató del olvido el trazado en 2004 de la mano de la Asociación de Amigos de los Caminos de Santiago de Álava, que visitaron Asturias e hicieron la ruta.

Desde “La Pegarata” se han iniciado contactos con otras asociaciones del valle del Nalón, como el grupo de recuperación histórica “Los Bribones”, de Laviana, con el objetivo final de crear la Asociación de Amigos del “Camino de las Asturias”. La Mancomunidad del Valle del Nalón, que preside el alcalde de Sobrescobio, Marcelino Martínez, ya se ha puesto en contacto con ellos para analizar su propuesta. Hablarán también con otras asociaciones de peregrinos tanto de Asturias como de otras comunidades autónomas. Han puesto en marcha toda la maquinaria de la que disponen para que el “Camino de las Asturias” sea algo más que pasado.

Esta reivindicación y recuperación histórica se inició ya en el siglo pasado, en los años 90. El coronel de Caballería José Joaquín Milans del Bosch Solano “hizo el camino por Tarna con un grupo de militares y bajaron por esa ruta hasta Oviedo”, recuerda María Josefa Sanz.

Milans del Bosch, fallecido en Oviedo el 31 de diciembre de 2012 con 88 años, fue presidente fundador de la Asociación Astur-Galaica de Amigos del Camino de Santiago y presidente de honor de la Agrupación de Asociaciones del Camino del Norte. Su pasión por el Camino comenzó tras pasar a la reserva en su carrera militar, se refugió en el archivo de la casa familiar en San Tirso de Abres y allí, con documentos que se remontaban al siglo XV fue entrando en el Camino hasta ser uno de los grandes conocedores de las rutas de los peregrinos.

Una de las vías de peregrinación que estudió Milans del Bosch fue precisamente esa, la del “Camino de las Asturias”, un recorrido que surgió como una alternativa al resto de caminos hacia Santiago que transitaban los peregrinos. Al discurrir por el valle del Nalón atravesaba una zona que estaba a salvo de la amenaza musulmana instalada en la Meseta y a resguardo de las incursiones normandas que atemorizaban la costa cantábrica. El camino desde el puerto de Tarna a Oviedo, que aprovechaba en su primer tramo (hasta Campo de Caso) el recorrido del camino real existente, tuvo su apogeo en los siglos IX y X, aunque comenzó a declinar a partir del siglo XI, cuando los cristianos aseguraron las fronteras de la zona sur y se multiplicó el tránsito de peregrinos por el camino francés.

María Josefa Sanz pone fecha, fue en 1085, el año en que Alfonso VI desalojó de manera definitiva a las fuerzas musulmanas de Al-Qádir, emir de la Taifa de Toledo. Ahí “el camino quedó olvidado”.

La asociación alavesa de amigos del camino ha detallado las distintas etapas de una vía que partiendo de Pamplona y siguiendo el boquete de Huarte Araquil, se incorpora al Camino del Interior en Salvatierra, pasa por Vitoria-Gasteiz hasta Armiñón, donde se desvía de dicho camino para seguir por las tierras de Ribera y Valdegovia en Álava, La Losa en Burgos, Reinosa en el sur de Cantabria, Brañosera en el norte de Palencia, Prioro en el norte de León, llegando hasta el Puerto de Tarna, desde donde desciende por el valle del río Nalón a Oviedo, para seguir a Santiago a través del Camino Primitivo. En total son 577 kilómetros, que la asociación propone completar en 22 etapas.

La ruta no está reconocida oficialmente como Camino de Santiago pero en el Valle del Nalón han comenzado los movimientos para que sea una referencia. Lo primero será señalizar el recorrido, algo que a ojos de María Josefa Sanz será complicado “porque el valle está muy modificado ya desde la zona alta con el embalse de Tanes y en la zona baja con una gran expansión industrial”. También es cierto, como apunta Fernando Rodríguez Pandiella que “todos los territorios han sufrido modificaciones”.

De todos modos, tomando como máxima la apreciación de la catedrática de la Universidad de Oviedo, “hay tantos Caminos como caminantes” y sea o no reconocido como oficial el “Camino de las Asturias”, “es maravilloso recuperar caminos antiguos, aunque no vayan a Santiago”, concluye María Josefa Sanz.

Compartir el artículo

stats