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Una mina de museos: el Valle del Nalón ya suma cuatro espacios culturales ligados a la actividad carbonera

El Archivo de Hunosa en el Fondón, visitable desde esta semana, se suma al Museo de la Minería, el Ecomuseo de Samuño y el pozo Sotón

Visitantes en el Museo de la Minería. FERNANDO GEIJO

Aunque la minería del carbón es una actividad en vías de extinción –tan solo queda abierta una única mina en Asturias, el pozo Nicolasa de Mieres, que cerrará este año– su legado perdurará en el tiempo. Y lo hace gracias a una red de instalaciones que permiten al público conocer cómo se desarrollaba el trabajo en los pozos e, incluso, vivir una experiencia totalmente inmersiva, convirtiéndose por un día en mineros. Esto se logra gracias al Museo de la Minería (Mumi) y el pozo Sotón, ambos en El Entrego; el ecomuseo minero de Samuño, en Langreo; el poblado minero de Bustiello, en Mieres; los pozos Santa Bárbara y Espinos en Turón; y, a partir de esta semana en el Archivo Histórico de Hunosa, ubicado en el pozo Fondón, en el distrito langreano de Sama. Este último espacio también será mejorado.

De todos estos elementos del patrimonio minero de las Cuencas, el pionero fue el Museo de la Minería de El Entrego, ya que fue el primero en poner en valor la actividad extractiva en Asturias. El museo, construido sobre la escombrera del pozo San Vicente, abrió sus puertas en 1994. Su apertura fue una revolución, sobre todo porque permitía a sus visitantes adentrarse en una galería minera simulada a la que accedían a través de un ascensor a modo de jaula. Estas instalaciones museísticas de referencia reciben una media de 60.000 visitas al año, aunque el impacto de la pandemia hizo que este número disminuyese en gran medida durante los dos últimos años.

Sin salirse de la localidad está el pozo Sotón y el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería, propiedad de la empresa estatal Hunosa. El pozo Sotón ha supuesto, desde su apertura en 2015, un hito en el turismo industrial en España. Es la primera mina en Europa abierta a visitas permitiendo al público llevar a cabo una jornada de trabajo minero a 556 metros de profundidad. La iniciativa se puso en marcha después de que la mina fuera declarada Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, en 2014. Durante la visita larga, que se extiende durante casi cinco horas, se realizan los trabajos propios de la mina: picar carbón, barrenar un frente de galería, bajar un plano casi vertical hasta 556 metros y recorrer un trayecto de dos kilómetros en un tren minero. Además, también se ofrece una visita por el exterior de la explotación.

En cuanto al Centro de Experiencias y Memoria de la Minería, ubicado en el entorno del pozo, permite al visitante conocer la historia de Hunosa a través de elementos reales y virtuales. Actualmente, la visita al interior del pozo Sotón se encuentra cerrada de forma temporal debido a los problemas ocasionados por el argayo de La Nueva.

El tren minero del Samuño.

Pero el pozo Sotón no es la única mina real que se puede visitar en la actualidad, ya que está la posibilidad de conocer los pozos Espinos y Santa Bárbara, en el valle de Turón. Asimismo, y sin salirse del concejo de Mieres, se puede visitar el poblado minero de Bustiello, la joya de la corona del paternalismo industrial que, al igual que los pozos Sotón y Santa Bárbara, cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural.

Otra de las instalaciones mineras visitables es el Ecomuseo Minero del Valle de Samuño, en Langreo, que permite a los visitantes hacer un recorrido en el tren minero desde la estación de El Cadavíu hasta las entrañas del pozo San Luis, en la localidad de La Nueva. La visita también hace un recorrido por las instalaciones exteriores del pozo langreano y permite a los visitantes volver a su origen en el mismo tren que los trajo hasta la explotación o hacer un recorrido a pie por una cómoda senda. El ecomuseo Minero del Valle de Samuño abrió sus puertas en el año 2013.

Apertura

Complementando a todos estos espacios expositivos, esta semana se abrirá a los visitantes el Archivo Histórico de Hunosa, ubicado en el pozo Fondón, en el distrito langreano de Sama. Sin embargo, sus responsables remarcan que “no es un museo, sino que es un elemento más de los recursos turísticos vinculados al patrimonio industrial”. El Archivo Histórico de Hunosa atesora en su interior los fondos documentales de las antiguas empresas mineras que fueron adquiridas en 1967 por el Estado. Pero no solo eso, también cuenta con una serie de objetos de importancia que se han ido rescatando en los pozos que se iban cerrando. Hasta ahora era un lugar destinado para aquellos que pretendían investigar sobre la historia de la minería del carbón, a partir de esta semana también lo será para el público en general. Eso sí, no abrirá de forma continua y habrá que solicitar previamente la visita. Para poder hacer visitable el archivo, Hunosa ha habilitado una serie de espacios hasta ahora casi desconocidos. Así, en el edificio de las oficinas y lampistería se han habilitado dos salas de exposición donde se puede apreciar una muestra de los fondos documentales de las antiguas empresas, pero también hay objetos como máquinas de escribir y calculadoras antiguas.

También se puede ver el impresionante mosaico del “árbol de la hulla” donado por el Instituto Nacional de Industria. Junto a estas instalaciones, también se puede visita la fragua y la planoteca, que era la antigua sala de máquinas.

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