El Montepío de la Minería sigue peleando para que el Balneario de Ledesma vuelva a ser ese lustroso emblema que durante años ha venido siendo el gran motor económico de cuantos negocios turísticos tiene la mutualidad. Y tras conseguir salir de la gran crisis provocada por la pandemia, la entidad asturiana lucha por tratar de cobrar indemnizaciones debido al cierre. Actualmente, la entidad ha reclamado al Imserso más de medio millón de euros por las actividades que debería de haberse desarrollado en el enclave salmantino, y que nunca se llevaron a cabo por la pandemia.
El argumento que sostienen desde la entidad minera es que, aunque el programa nunca se llegó a desarrollar, en concreto en el año 2020, el acuerdo entre el Imserso y el Balneario de Ledesma no se suspendió, por lo que el centro debía estar preparado para que en cualquier momento se reactivaran los viajes. Hasta la fecha, el Montepío ha cobrado 102.000 euros, aunque entiende que le corresponden más de medio millón que ha reclamado. Ese dinero puede ser un importante impulso para la entidad, toda vez que en el propio 2020, con el estallido de la pandemia, el Balneario de Ledesma acumuló unas pérdidas superiores al millón de euros, más del 60 por ciento del balance negativo de la entidad en ese ejercicio.
La entidad minera también ha reclamado ante la Tesorería de la Seguridad Social por unas cuotas cobradas que el Montepío entiende que deberían estar exentas precisamente por la pandemia y la situación que atravesó la instalación salmantina. Esos gastos supusieron el año pasado 92.000 euros, que ahora desde la entidad se espera recuperar.
Para dar una visión de lo que provocó la pandemia en el Balneario de Ledesma, en el año 2020, la cifra de negocio del enclave salmantino fue de 403.871 euros, y se generaron unas pérdidas de 1,15 millones de euros. El pasado ejercicio, con unas medidas algo más livianas en cuanto al turismo, la cifra de negocio creció hasta los 1,95 millones, y se logró no solo recuperar el equilibrio, sino tener ganancias (37.957 euros). Pero si se compara con los datos de 2019, todavía quedan lejos, las ganancias fueron de 228.371 euros, con una cifra de negocio de en torno a 4 millones.
El presidente del Montepío, Juan José González Pulgar, confesaba hace unos días en LA NUEVA ESPAÑA, la satisfacción por los resultados en Ledesma después del agujero que generó la pandemia en 2020. “Es importante tener en cuenta de donde veníamos, y que el objetivo era lograr el equilibrio económico o incluso unas pérdidas asumibles, pero finalmente, con el trabajo de todos, hemos logrado ponernos en beneficios”, indicaba.
Y es que después de ese fatídico año, el Montepío abordó un plan para tratar de darle la vuelta a la situación: recorte de gastos, negocio con proveedores, aplazo de pagos… Las indemnizaciones citadas y una ayuda del plan estatal de recuperación y resiliencia de 200.000 euros contribuyeron a la recuperación. Pero también hubo imprevistos, como una denuncia de varios trabajadores que estaban inmersos en el ERTE, y que, si bien no prosperaron, generaron unos gastos en el proceso judicial de más de 30.000 euros.
El próximo 18 de marzo, el Balneario de Ledesma volverá abrir sus puertas para afrontar la temporada termal de 2022. Un ejercicio que desde la mutualidad espera que sirva para consolidar la actividad que el coronavirus frenó y que estaba siendo regular año tras año. Además, el plan de inversiones de la entidad también incluye la modernización de las instalaciones salmantinas, lo que pretende dar todavía un impulso mayor al gran buque insignia de Montepío de la Minería
