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Bienvenida emocionada en Sotrondio a 47 ucranianos: “Un gracias muy grande, España”

Las familias de acogida reciben entre lágrimas a los refugiados l “Vamos a estar como en casa”, afirman los recién llegados

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La llegada de los refugiados ucranianos al colegio San José de Sotrondio

“Muchas gracias a España, un gracias muy grande”, dijo la ucraniana Victoria Sukhotskiy nada más bajarse del autobús ayer, poco antes de las nueve y media de la noche, ante el colegio San José de Sotrondio, en San Martín del Rey Aurelio, el que será su hogar en los próximos días. Viajó con otros 46 refugiados, que fueron recibidos con aplausos por los numerosos vecinos, algunos de los cuales habían esperado horas.

“Estamos muy cansados”, señaló Sukhotskiy, tras relatar las dificultades para salir desde Kiev hasta la frontera con Polonia, desde donde emprendieron rumbo a Asturias en un largo viaje gestionado por la ONG Expoacción y que duró 43 horas. Sukhotskiy, que estaba acompañada por sus tres hijos, de 2, 14 y 16 años, y su esposo, comentó que “fue muy complicado” salir de Ucrania, en un recorrido que comenzó en Kiev y terminó en Sotrondio. “Aquí vamos a estar como en casa”, añadió. Fue justo en ese momento cuando su hija Yaroslava, que ya había viajado a España cuatro veranos, se fundió en un fuerte abrazo con la gijonesa Ángeles Jiménez. En su casa había pasado el verano de 2019.

Los refugiados ucranianos a su llegada al colegio de Sotrondio. FERNANDO RODRIGUEZ

“Estábamos muy preocupados hasta que lograron llegar a Polonia”, aseguró Jiménez, con lágrimas en los ojos. “No llores”, le decía Yaroslava. Su madre comentaba: “Los niños no pueden ver lo que está pasando”. Los refugiados ucranianos que llegaron son la mayoría mujeres y niños. Svtelana Kirichenko dejó su casa en Kiev el 25 de febrero “alejándose poco a poco” y finalmente salió de su país. Viajó con su hija y una amiga. “Es un horror lo que pasa, no hay palabras para explicarlo”, remarcó. “Nadie imaginó que en el siglo XXI iba a pasar esto”, añadió. Elena Leontyeva, ucraniana residente en San Martín del Rey Aurelio, ejerció como traductora. “Tengo que apoyar a mis paisanos”, indicó. Como ella, otros compatriotas colaborarán para salvar la barrera del idioma. Es el caso también de Nikita Tkanchenko, que vive en Langreo: “Les ayudaremos en lo que necesiten”. A primera hora de la tarde las instalaciones del antiguo colegio San José de Sotrondio estaban preparadas ya para recibir a los refugiados ucranianos. La actividad era frenética, como lo había sido las últimas jornadas en el que fue centro educativo hasta 2019. Nada más acceder al edificio, dibujos de los alumnos de los colegios Rey Aurelio y El Bosquín daban la bienvenida. Con banderas de España, Asturias y Ucrania, palomas de la paz y mensajes en el idioma de los recién llegados. En la instalación, indicadores en castellano y ucraniano, con las letras en azul y amarillo marcaban el camino. Las que fueron aulas son utilizadas para reunir perfectamente colocado el ingente material donado.

Una de las familias que llegaron esta noche a Sotrondio. FERNANDO RODRIGUEZ

“Estamos desbordados, llegó material de muchos sitios”, aseguró Covadonga Fernández, exdirectora del colegio, y una de las coordinadoras del dispositivo. En la planta baja se prepararon dos comedores muy cerca de la cocina y la despensa. Arriba, en los dormitorios, todo preparado con mimo para acoger a quienes tuvieron que dejar sus casas escapando de la guerra.

Dos voluntarias acondicionan una de las habitaciones en el colegio J. L. CEREIJIDO / EFE

En Asturias ya había 54 refugiados acogidos aseguró el presidente de Expoacción, Jorge González. Los que llegaron ayer residirán en el colegio temporalmente, dijo, y “estamos pendientes de que lleguen 50 más”. Todos ellos tienen alguna relación con Asturias. Por la tarde pasaron por el antiguo centro educativo la consejera de Presidencia Rita Camblor y el presidente del Principado, Adrián Barbón, que volvió al que fue su colegio. 

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