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El cuartel de Mieres, en punto muerto: las obras cumplen un año paradas

Los trabajos se suspendieron en marzo de 2021, dos meses después de arrancar, tras aparecer bolsas de agua en el subsuelo

La parcela del futuro cuartel de Mieres, ayer, sin ninguna señal de las obras de construcción. | LNE

Las obras de construcción del nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mieres llevan un año paradas. Fue en marzo de 2021, a las pocas semanas de iniciarse los trabajos para levantar el nuevo acuartelamiento sobre la parcela que ocupaba el anterior, cuando la empresa adjudicataria se veía obligada a frenar las labores al aparecer bolsas de agua en el subsuelo. Desde entonces, doce meses después, no se ha movido ni una piedra en el solar, que permanece vacío, y sin rastro de ninguna actividad. Recientemente, el Ministerio del Interior autorizó a aumentar el presupuesto hasta los 4,2 millones para incluir estos imprevistos. De momento las obras no se han retomado.

El nuevo cuartel de la Guardia Civil de Mieres debería estar ya listo este mismo verano, aunque los plazos van a ser ya imposibles de cumplir. Más de una década después del desalojo del acuartelamiento, los agentes todavía no tienen una nueva casa, y parece que de momento van a tener que seguir esperando.

El pasado septiembre, cuando se cumplía medio año de la detención de las obras “tras aparecer grandes bolsas de agua” en el subsuelo”, el Ministerio del Interior aseguraba que se estaban subsanando “deficiencias técnicas”. Además, agregaban que el objetivo era “poder retomar las obras a la mayor brevedad posible”. Eso sí, no daban ninguna fecha concreta para su reactivación. Desde entonces ha pasado otro medio año, y la situación sigue igual, a excepción de las autorizaciones aprobadas por el Ministerio.

Desde hace más de una década, once años concretamente, la Guardia Civil de Mieres viene prestando sus servicios desde un improvisado cuartel en la calle Alfonso Camín. Unas dependencias que anteriormente habían sido sede del centro de Salud Norte de la villa mierense, y que se tuvieron que adaptar casi a la carrera para acoger a los agentes. Por aquel entonces, en 2011, se detectaron en el anterior cuartel unos daños estructurales graves, que hacían peligrar la estabilidad del edificio y suponían un riesgo de derrumbe.

El proyecto para la construcción del cuartel ya nació con polémica. El documento se modificó en varias ocasiones, ya que los vecinos de la zona no estaban conformes con el tipo de acuartelamiento que se iba a construir. Tras varias negociaciones, se consensuó un proyecto que dejó moderadamente satisfechas a todas las partes.

En enero de 2016, el entonces delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y el entonces director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, presentaban en Mieres el nuevo proyecto, que conllevaba una inversión de algo más de 9 millones de euros y que debía de estar listo en 2019. Sin embargo, no fue hasta el año 2020 cuando se adjudicó el proyecto definitivo.

La empresa Obras Generales del Norte ganó el concurso con una oferta de 3,53 millones de euros. En enero de 2021, arrancaron los trabajos y las máquinas entraban en la parcela. Sin embargo, a los dos meses, tuvieron que parar por la aparición de las citadas bolsas de agua en el subsuelo. Un hallazgo que no sorprendió a los vecinos: “Por aquí siempre hubo agua y filtraciones, podían haber preguntado”, confesaban entonces.

El plazo previsto para que el cuartel estuviera en marcha era este próximo verano. Un plazo que será imposible de cumplir tras un año en claro. Mientras tanto, los agentes de la Guardia Civil seguirán atendiendo los males de Mieres desde el antiguo ambulatorio.

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