Dentro del empeño del concejo de Sobrescobio de sacar rentabilidad a uno de sus recursos estrella, el agua, nacerá en breve “Verum aqua”, un agua de mineralización muy débil que se embotellará en el concejo del alto Nalón y que procede del manantial de Comillera.

Un agua de gran calidad que explotará la empresa Manantial de Comillera S. L., que prevé iniciar las obras de construcción de las instalaciones y en la captación en el último trimestre de este año, y que supondrá una inversión de unos seis millones de euros en el concejo coyán.

La calidad del agua de la zona quedó ayer de manifiesto en una cata dirigida por Ceferino Cimadevilla, presidente de la asociación asturiana de sumilleres, y que supuso toda una conferencia sobre el consumo de agua en el ámbito de la restauración y la hostelería. “Muchos hosteleros debería tomar nota”, comenzó Ceferino Cimadevilla.

El experto sometió a los asistentes a la cata de seis aguas, entre ellas la de Sobrescobio y la embotellada por Aguas de Somiedo, cuyo alcalde, Berlarmino Fernández, estuvo presente estos días en las jornadas celebradas en Rioseco.

Etiqueta

Cimadevilla hizo una detallada exposición en la que detalló aspectos tan mundanos como importantes como que “el agua es la primera bebida que se sirve en una comida y la última que se retira de la mesa”. Además, “el agua siempre debe estar embotellada y el responsable de servirla debe mostrar al cliente la etiqueta en la que se detallan sus características y su procedencia”.

La temperatura adecuada del agua para una comida está entre los 8 y los 10 grados centígrados, “así que si es necesario, utilizaremos una cubitera, como con cualquier otra bebida”, argumentó el experto ante los asistentes, en la actividad desarrollada ayer en Rioseco.

Para Cimadevilla, el agua es un producto imprescindible en la mesa “que debe preparar el paladar para la comida y otros productos, como puede ser el vino”.