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Najat el Hachmi Ganadora del Premio Nadal, presenta hoy en Langreo “El lunes nos querrán”

“La religión tiene mucho peso en el patriarcado, es una de sus raíces”

“A Marruecos se le da dinero por ser la frontera de Europa pero no se le exige que respete los Derechos Humanos”

Najat el Hachmi en una imagen de archivo. | | LNE

Mujer, feminista e inmigrante criada en la cultura musulmana de su país natal, Marruecos. La escritora Najat el Hachmi ganó el Premio Nadal 2021 con “El lunes nos querrán”, que hoy (20.00 horas) presenta en la Casa de la Buelga de Ciaño (Langreo) en un acto organizado por la Universidad de Oviedo, el Ayuntamiento de Langreo y “Cauce ” en colaboración con LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

–Una novela de amistad y de lucha.

–Una novela sobre la amistad entre dos mujeres jóvenes muy condicionadas por el entorno, una que les sirve de asidero para ir sobreviviendo a todas las dificultades

–Una de las grandes dificultades a las que se enfrentan es el machismo.

–Es algo que les viene dado desde sus propias familias. Son hijas de inmigrantes musulmanes. Además, viven en un barrio segregado, apartado de todo, y en el que sus vecinos tienen su mismo origen, lo que hace que aumente el control social y las críticas, lo que supone que no tengan la sensación de poder vivir en libertad.

–¿Se enfrentan más al machismo o al racismo?

–Al racismo se enfrentan al salir del barrio. En realidad en su caso se fusiona todo. Son tratadas con racismo por su procedencia pero por también por ser mujeres. Hay un racismo específicamente machista se deja ver en muchos aspectos. Por ejemplo en el trabajo. Sufren la precariedad laboral propia de su edad y de ser inmigrantes, pero también por ser mujeres, estás en la parte más baja de todos los estratos sociales. También afecta a las relaciones de pareja, al terrenos más íntimo de las personas, cuesta mucho relacionarte sin que aparezcan esas ideas preconcebidas sobre lo que eres. (En este momento de la conversación, Najat el Hachmi pasa de la tercera persona del plural de sus personajes a la primera del singular).

–¿Qué ideas preconcebidas?

–Mucha gente se sorprende que yo pueda ser musulmana siendo feminista. Lo soy precisamente por nacer donde nací. Encuentras actitudes de sorpresa o de no darte legitimidad como feminista.

–¿La religión está en la base del patriarcado?

–Tiene un peso importantísimo, es una de las raíces del patriarcado. En España hace tiempo que se lucha para domesticar la influencia del poder religioso en el poder político. Es la diferencia entre España y los países musulmanes, con un sistema teocrático. Cuando la religión está en la ley las principales perjudicadas somos las mujeres.

–Volviendo a su novela. Las protagonistas huyen del cerrado mundo musulmán pero corren el peligro de caer en la trampa de las exigencias del mundo occidental, de tener que ser superwoman.

–Huyen del modelo tradicional de sus familias para intentar integrarse en otro modelo que creen mucho mejor pero sí, caen en la trampa que tienen que sortear la mayoría de las mujeres, el mito de superwoman, de tener que cumplir con todo y tener que hacerlo todo. Es algo extensivo a muchos inmigrantes y su proyecto de vida, de acceder a una Europa del bienestar que es un mito, es El Dorado, y cuando llegas te encuentras con una realidad distinta, con que esa Europa se desmiente a sí misma.

–A unos refugiados se les ponen muros y concertinas y a otros se les abren las puertas de Europa de par en par.

–Es una demostración del racismo geopolítico. En la crisis de Siria nos acordamos de gente haciéndole la zancadilla a los refugiados. Esos mismos países que han tenido una clara política de rechazo a los refugiados, ahora acogen a los ucranianos, que es lo que hay que hacer, pero al mismo tiempo se le da una paliza a un hombre en la valla de Melilla. La única diferencia es el color de piel. ¿Qué hemos aprendido desde la Segunda Guerra Mundial?

–Le Pen casi gana las elecciones en Francia, Vox entra el gobierno e Castilla y León.

–Vox siempre ha estado aquí. Llevo desde la adolescencia sufriendo a personas que repiten el discurso de Vox, lo que pasa es que ahora están más organizados y tienen más apoyos. Eso es lo que hay que analizar, porqué hay gente que vota a Vox. Sospecho que hay un voto de rebote contra un sistema democrático que debería garantizar la igualdad y ha fallado.

–España cambia su posición sobre el Sáhara occidental y renueva su amistad con Marruecos.

–Volvemos a ser “hermanos”. Yo me pregunto por la gente de Marruecos que está sufriendo el régimen. A Marruecos se le da dinero por ser la frontera de Europa pero no se le exige que cumpla con los derechos humanos, así que dudo mucho que lo vaya a hacer con los saharauis.

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