Desde “Turón de Suchard” hasta “Grandas de Salime del grupo de wasap” hay un recorrido de tres años, sesenta indicadores de carretera tuneados, cientos de kilómetros recorridos y dos calendarios solidarios. El final del camino, solo por ahora, es el mural “Pola salú mental”, que desde ayer luce en uno de los muros del Sanatorio Adaro de Sama, en la zona donde precisamente se encuentra la unidad de salud mental del área sanitaria del Nalón. Es la forma con la que el langreano Fernando Argüelles –conocido como el Banksyastur– ha querido dar visibilidad a su labor, popularizada en las redes sociales con sus juegos de palabras con la toponimia, rotulando los carteles indicadores de la localidades.
Lo que se inició como un divertimento con el “Turón de Suchard” –plasmado, como el resto de asociaciones de ideas, con una marca de rotulador “que se va con la lluvia y el sol”– derivó posteriormente en ilustraciones para dos calendarios con fines solidarios: el primero de ellos “Pola Atención Primaria” y el de este año, “Pola salú mental”. Gracias a este último, logró recaudar más de 8.000 euros destinados a gastos para atención psicológica o la adquisición de material deportivo, informático o escolar, en beneficio de diferentes asociaciones de la región.
“Además de recaudar fondos, lo que buscaba un poco con la campaña era reclamar más inversión pública para salud mental. Y pedir también que exista más empatía entre la gente, y que las enfermedades mentales dejen de ser un estigma”, reflexiona Argüelles, para añadir: “Vivimos en un mundo hostil e individualista y la gente debe ayudar a la gente. Como decía Benedetti, hay que defender la alegría como si fuera una trinchera”. Argüelles lo ha conseguido, arrancando sonrisas con “tuneos” como “Será por Parres”, “Woman del Caleao”, “Cuando Teverga bien” o “Arriondas expansivas”.
El grafiti del Adaro –hecho por el también langreano Chus Matos “SKF” y en el que Argüelles puso su toque añadiendo el “salú mental” final– pone fin a esta campaña, pero Banksyastur ya piensa en la siguiente. Y no descarta “ampliar fronteras”. Confiesa que le tiene ganas a “Quien calla Astorga”, “Basauri en hechos reales” y “Cierro Comillas”. “También está ‘Dios mío, dame Plasencia’, pero ya me queda un poco más lejos”, concluye con humor.
