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Pajares ya espera su “remonte exprés”: cuatro minutos para llegar a la cima de la estación

El nuevo telecabina que se construirá este verano trasladará a 1.800 usuarios a la hora y reducirá de 16 a 4 minutos el trayecto a la zona alta

Esquiadores en el antiguo remonte del Cuitu Negru, el primero en desmontarse en el año 2017. | LNE

Quien lleve más de un lustro sin ir a la estación de Valgrande-Pajares y se acerque la próxima temporada al complejo se llevará una grata sorpresa. Esa persona recordaría Pajares con dos remontes que unían la base de la estación con la parte más alta. Uno de ellos, el Cuitu Negru, de dos plazas y que tardaba casi 20 minutos en llegar arriba. El otro, el telesilla del Brañillín, de cuatro plazas, algo menos vetusto y que salía unos metros más abajo. Aunque era algo más rápido, el trayecto para llegar a lo más alto de la estación lenense era de más de un cuarto de hora. Sin embargo, el nuevo visitante ya no verá nada de eso. Por contra, hallará, si todo marcha como se espera, un telecabina que le llevará en apenas cinco minutos a la cima para poder disfrutar del esquí. Llega a Pajares, el remonte “exprés”.

El complejo invernal de Valgrande-Pajares cumplió el pasado enero 68 años de vida. Un período tras el que, cualquier instalación, por moderna que fuera en su día, requiere de una profunda transformación para atender las demandas de los esquiadores, tanto de los abonados a la estación, como de los visitantes que llegan desde otros puntos del país. Y que se pretenden captar para futuras visitas invernales, ya que el turístico es uno de los principales valores de una estación.

Valgrande cerró el telesilla central del Cuitu Negru en 2016 y lo desmotó un año más tarde

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La transformación del complejo invernal lenense comenzó en el año 2016, con el cierre y posterior desmontaje del telesilla del Cuitu Negru. El remonte se instaló en 1969, y tras casi 50 años de servicio, se optó por su desmantelamiento, al tener un coste de mantenimiento tremendamente elevado para el servicio que ofrecía. Esta decisión generó malestar y muchas dudas entre los usuarios, que temían largas colas de espera al perder uno de los dos transportes principales de la zona alta a la cima del complejo. La salida de esta silla se ubicaba junto a la cafetería de la cota inferior y tenía la llegada prácticamente al lado de la cafetería de la parte de arriba del complejo. Sin embargo, el desmontaje del Cuitu Negru apenas tuvo impacto finalmente.

Ahora, con la llegada del nuevo telecabina, el otro remonte principal de Valgrande-Pajares también quedará fuera de servicio, al menos, en el trayecto que tenía hasta ahora. El Brañillín, un telesilla de cuatro plazas que se instaló en 1991, ha sido en estos últimos años el único remonte capaz de unir de forma directa la parte baja de la estación con la cima. La salida estaba situada, –aún lo está–, junto al parking principal del complejo. Pero eso va a cambiar para la próxima temporada.

El Brañillín, instalado en 1991, seguirá dando servicio a los esquiadores del complejo lenense, aunque reducirá su actual recorrido

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Este remonte no correrá la misma suerte que el Cuitu Negru y, aunque de forma diferente, todavía dará servicio. El proyecto de remodelación del complejo lenense contempla que la estación de salida del Brañillín pase a ubicarse en la zona media, acortando en más de la mitad el recorrido del remonte, que quedará como una silla “auxiliar”, que transportará a usuarios desde la zona intermedia del complejo hasta arriba.

La nueva columna vertebral del complejo será un moderno telecabina. Una apuesta que no solo está enfocada al turismo invernal. También en verano será el medio de transporte que permitirá a los turistas y usuarios llevar equipamiento hasta la zona alta para realizar actividades de montaña, como el descenso en bicicleta, por ejemplo.

El telecabina, que se comenzará a montar en las próximas semanas para que esté listo la próxima temporada, reducirá en un 75% el tiempo de viaje entre la base y la cima de Pajares. Tendrá una longitud algo superior a los 1.450 metros y el tiempo que empleará en el trayecto será de unos 4 minutos, es decir, una cuarta parte de lo que ahora se tardaba. En concreto, el nuevo remonte contará con 44 cabinas con espacio para 10 usuarios, y tiene una capacidad de transporte de 1.800 personas a la hora, unos 300 usuarios más cada 60 minutos de los que transportaba ahora el telesilla del Brañillín, que podía llegar a un máximo de 1.500 esquiadores por hora.

Con este proyecto, cuyo coste supera los ocho millones de euros, se da el pistoletazo de salida a la gran remodelación de Valgrande-Pajares, que se financiará con cargo a los fondos mineros. Se trata de una inversión total de 10 millones de euros para el llamado proyecto de reconstrucción de la Estación Invernal y de Montaña Valgrande-Pajares como motor económico del valle de Lena, que no solo incluye este remonte, la principal obra, sino otro tipo de trabajos y recursos de ocio –como una pequeña montaña rusa o una pista de tubbing– que deberán ir llegando para hacer el complejo lenense una referencia en su campo en el norte de España.

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