Los vecinos de la localidad casina de Pendones mostraron ayer su malestar ante la “falta de soluciones” para reparar el argayo que se originó el pasado mes de diciembre a consecuencia de las lluvia y la nieve. Un desprendimiento que, cinco meses después, sigue sin arreglarse a pesar del inconveniente que supone, sobre todo para los ganaderos de Pendones. A consecuencia del argayo, que hace intransitable esta carretera de uso ganadero, los profesionales del campo se ven obligados a dar un gran rodeo para llegar a las fincas, ya que esta vía daba acceso directo a las parcelas que explotan los ganaderos.
Pero la carretera también es muy transitada, a lo largo de todo el año, por numerosos montañeros y senderistas. Sin embargo, y ante el retraso en el inicio de las obras para reparar este desprendimiento, algunos vecinos han tirado de ingenio. El argayo no permitía, ni siquiera, el paso de los peatones. Para salvar este problema, unos vecinos han hecho una especie de puente colocando varios tablones en la zona. Han instalado, además, una valla, también de madera, para hacer más seguro el paso.
El retraso en el arreglo de este argayo se suma a otras quejas de los vecinos casinos, como los problemas que tienen para la cobertura de los teléfonos móviles. Se trata de una situación que se ha producido con frecuencia en los últimos años.
