Los ciclistas del equipo Caja Rural-MMR Bikes tuvieron la oportunidad ayer de probar una de las instalaciones estrella de la Escuela Politécnica de Mieres, su túnel de viento. Un espacio que lleva funcionando alrededor de un año y que, .
El túnel aerodinámico, diseñado para medir estructuras como túneles, puentes o edificios, se utilizó ayer para medir la fuerza que el viento realiza sobre la bicicleta primero. Y después, ya con el ciclista encima, analizar las diferentes posturas que puede tomar el deportista durante la carrera ganando en velocidad. El Rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, acudió ayer hasta el campus para ver cómo se realizaban los ensayos, en los que también se encontraba Chechu Rubiera, exciclista profesional e ingeniero de diseño de la marca MMR. Villaverde destacó la valía de este túnel de viento “porque es único y permite dar medidas reales, lo que supone un enorme atractivo como estamos apreciando con la confianza del equipo ciclista Caja Rural”.
El catedrático de Mecánica de Fluidos Eduardo Blanco explicó que el túnel de viento “no está acabado del todo, nos quedan por poner elementos y comprar instrumentación, pero ya estamos haciendo pruebas para las empresas que ayudaron en la construcción, sobre todo con aspectos como las placas solares. Pero también hemos visto que se pueden medir todo tipo de efectos aerodinámicos, de ahí han salido estos ensayos como elementos de ciclistas”. Asimismo, destacó que también se han hecho ensayos con maquetas de edificios y que seguirán centrados en otros aspectos como infraestructuras energéticas.
Secciones
El túnel de viento tiene dos secciones de ensayos: una más pequeña, donde se consigue llegar a una velocidad del viento de 180 kilómetros por hora, y otra más grande –donde se hicieron ayer las pruebas– donde la velocidad se reduce hasta los 60 kilómetros por hora. Todo ello propulsado por cuatro ventiladores de 180 kilovatios. Al hacer estas pruebas se mide la fuerza aerodinámica, que se multiplica cuando se incrementa la velocidad. Y, en el caso del ciclista, obliga a multiplicar la potencia que tiene que hacer para vencerla. Por eso, “cualquier mejora que se pueda hacer en las características aerodinámicas supone una ventaja importante”. Uno de los ciclistas que realizó ayer el ensayo fue Jonathan Lastra, quien aseguró que “ha sido una experiencia nueva; en pocos lugares tenemos una oportunidad como esta para hacer ensayos y mejorar el material”. El deportista explicó que “es una sensación rara la de notar la velocidad porque, aunque sean 60 kilómetros por hora, lo que tú sientes es que el viento va mucho más rápido y fuerte”.
