“Falta ambición y presupuesto”. Así aprecia Mónica Oviedo, presidenta de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Asturias (Cocemfe-Asturias), el anuncio por parte del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) de que a lo largo de este mes llegarán los primeros usuarios al centro de referencia estatal para personas con discapacidad neurológicas (Credine) de Barros). La actividad se iniciará únicamente con quince usuarios y se centrará en pacientes afectados por ictus.
“Para nosotros es una gran noticia que se ponga en marcha el centro, pero las asociaciones que forman Cocemfe están un poco desilusionadas ya que esperaban que se comenzase con el tratamiento de todas las discapacidades neurológicas y no únicamente con los casos de ictus”, apuntó. En su opinión, el Imserso “tiene que apostar de verdad por el Credine y contratar a todos los profesionales que estaban comprometidos para poder trabajar con otras enfermedades neurológicas, además de abrir la residencia”. Esta apertura a medio gas “es un poco agridulce para nosotros, porque esperábamos más ambición, pero no es un problema del Credine que hace lo que puede, sino del propio Imserso”.
También dio cuenta Mónica Oviedo del problema que existe con el transporte accesible para los usuarios. “Deberían tener una mayor inversión en este aspecto porque en la situación actual están muy limitados y todas las personas con discapacidad neurológica en Asturias deberían tener las mismas posibilidades de acceder al centro; en la situación actual tan solo podrá hacerlo el entorno más cercano al Credine”.
También aludió la presidenta de Cocemfe-Asturias a las buenas relaciones que mantienen con la dirección del Credine. “Siempre hemos pedido que se nos informe de cualquier avance y así lo han hecho, aunque pensamos que deberíamos de tener reuniones de trabajo de forma habitual, ya que consideramos que somos un asesor y colaborador necesario. Podemos aportar mucha experiencia para el buen desarrollo del centro”.
Valoración
Mientras llegan los primeros usuarios, desde el centro de Barros ya están tramitando las solicitudes de usuarios con la valoración de los casos para comenzar la atención en régimen de estancia diurna a partir de este mes. La primera acción será la puesta en marcha de un programa experimental de atención a personas que han sufrido daño cerebral tras padecer un ictus. El programa, denominado PIPAP (Programa Integral de Promoción de la Autonomía Personal) va dirigido a conseguir que las personas puedan mantenerse en su entorno habitual, dando apoyo a todo el proceso de adaptación tras el daño cerebral sobrevenido, tanto a quienes lo han padecido como a sus familias.
Se está poniendo en funcionamiento de forma simultánea en varios centros del Imserso, de manera que se obtengan evidencias de las prácticas con mejores resultados y aprendizajes para su difusión. Para organizar la admisión de casos se cuenta con la colaboración de los departamentos tanto de Salud como de Derechos Sociales del Principado. El trabajo con cada caso será de un máximo de nueve meses y se realizará en días laborales, en horario de mañana.
