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El mierense salvado con maniobras cardiovasculares sigue en la UCI

El hombre tiene 14 costillas rotas: su mujer agradece a la policía su acción, pero teme que la RCP “se hiciera mal sin querer”

Agradece enormemente la labor de la Policía Nacional pero quiere saber qué fue lo que “ocurrió realmente”. El marido de Verónica Lavandeira aparcó su coche el pasado jueves en la calle Ruiz Picasso de Mieres y al bajarse del vehículo se desplomó sobre el asfalto. Dos chicas que pasaban por allí, una enfermera y una auxiliar sanitaria, se pusieron de inmediato a atender al hombre practicándole maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). A los pocos minutos llegó una patrulla de la Policía Nacional y uno de los agentes continuó con la misma práctica.

Ahora el hombre está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. “Tiene 14 costillas rotas, dos de ellas por dos sitios distintos, el esternón roto y neumotórax, está intubado y sedado”, explica esta mierense.

La mujer quiere saber qué fue lo que ocurrió para que su marido sufriese esos daños tan graves, que según explica los médicos le han dicho que son derivados de la RCP. “No quiero denunciar a nadie porque todo el mundo hace lo que puede y lo que sabe, pero quiero saber qué es lo que ocurrió exactamente y si en algún momento se hizo algo mal”. Insiste en que no se trata de una denuncia “sino de mejorar la situación en caso de que se hubiese cometido algún fallo”. Lo dice en referencia a la actuación policial. “Estoy muy agradecida a la Policía pero una RCP mal hecha sin querer puede haber traído estas consecuencias”, mantiene.

A Lavandeira le han dicho que al llegar la Policía su marido ya tenía pulso gracias a la intervención de las dos mujeres pero que los funcionarios optaron por continuar con la maniobra de reanimación. “Una chica de 50 kilos no pudo causar esas lesiones a un hombre de 68 años que no tenía ningún problema óseo”, apunta la mierense que entiende que “muchas veces, cuando se hace una RCP se rompen algunas costillas e incluso el esternón pero las fracturas que tiene mi marido ya es demasiado”.

La mujer pide la colaboración ciudadana “por si alguien estuvo allí o tiene vídeos de lo ocurrido”. Insiste en que no es ninguna queja contra la Policía, “a quienes agradezco mucho lo que hicieron”, pero también en que “puede ser que los agentes no tuviesen en ese momento la formación adecuada y así se podría ver si es necesario mejorar algo”.

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