Gastronomía, deporte y patrimonio industrial. Estos son los tres pilares sobre los que se sustenta el ambicioso proyecto turístico que la asociación Montaña Central ha presentado al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio con el fin de obtener una subvención de 5,2 millones de euros para “desarrollar el turismo comarcal”. Un sector que desde el cierre de las minas ha sido una de las alternativas a las que se han venido agarrando los territorios carboneros para generar actividad y riqueza. Aunque aún no hay actuaciones concretas definidas, sí que el esbozo presentado al Gobierno central da algunas pistas de las iniciativas: desde organización de jornadas gastronómicas y talleres, hasta la recuperación de sendas verdes.

Desde la asociación, que engloba a los concejos de Mieres, Lena, Aller, Morcín, Riosa y Ribera de Arriba, señalaron que el plan “se enmarca dentro de la convocatoria extraordinaria 2022 lanzada desde el Ministerio para los Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos”. Se financiará con los llamados fondos “Next Generation”, y según explicó la presidenta de la Montaña Central y alcaldesa de Lena, Gemma Álvarez, “se basa en tres grandes líneas de actuación: la gastronomía, el ciclismo y el patrimonio industrial”. Todos los ayuntamientos han incluido en el plan sus propias propuestas para ejecutar en sus territorios y también se han previsto actuaciones conjuntas en los seis municipios. Todas ellas, eso sí, integradas en los cuatro ejes programáticos exigidos desde el Ministerio: Transición verde y sostenible, mejora de la eficiencia energética, transición digital y competitividad.

“Nuestro objetivo es crear un producto turístico definido y diferenciado”, señaló Álvarez, que indicó que el plan de sostenibilidad turística quiere desarrollar este sector en la comarca “mediante la implantación de estrategias de destino turístico basada en la calidad, la innovación, la competitividad y sostenibilidad”. Y todo ello centrándose en los recursos culturales, naturales, gastronómicos y deportivos de los seis municipios.

Desde la Montaña Central dejaron claros los objetivos que se persiguen con el plan y que incluyen el aumento de la competitividad, la mejora en la eficiencia de los procesos de producción y comercialización, el impulso al desarrollo sostenible del destino (en su partes medioambiental, económica y sociocultural) y la mejora de la calidad de la experiencia de los visitantes y de la calidad de vida de los residentes.

Y se han escogido los ejes gastronómico, deportivo y patrimonial por ser tres disciplinas en crecimiento y que en la Montaña Central tienen recursos suficientes para ser explotados. Desde restaurantes premiados, a montañas icónicas como el Angliru, pasando por las estaciones de esquí o el rico patrimonio industrial legado de la actividad minera, que ahora busca un sucesor como generador de riqueza.