Si alguien pasa por delante de la nave de la empresa Emerent, en el polígono industrial Riaño III, en Langreo, verá un dúmper, tal vez una excavadora, maquinaria pesada, más o menos, pero no se imaginará que está ante una de las empresas que participan en la megaremodelación del estadio Santiago Bernabéu, que permitirá retirar el césped en apenas unos minutos, ni pensará que desde Langreo se enviaron las máquinas para la obra de la nueva Plaza de España, también en Madrid, o para las obras de la estación de Chamartín. Tampoco pensará el paseante que esa nave de Riaño es la nave nodriza de una empresa con sucursales en Cantabria, León, Lugo, Cáceres, Madrid, Valencia, Jerez de la Frontera y Algeciras, en las que trabajan un total de 86 personas, 22 de ellas en Langreo, y muchas de Langreo.

Máquinas para construir el futuro

Todo empezó hace muchos años. Los hermanos langreanos Pablo y Julio Arias trabajaban en la empresa Grupo Aliser, también en Langreo. Pero la burbuja inmobiliaria explotó y se llevó por delante a buena parte del sector de la construcción. La compañía se vendió a un fondo de inversión y cinco años más tarde Pablo y Julio empezaron con su proyecto personal. Decidieron seguir con lo que habían hecho siempre, alquilar maquinaria. Crearon Emerent. “Éramos cinco empleados”, recuerda Pablo Arias.

Máquinas para construir el futuro

La empresa está especializada en alquiler de maquinaria sin operador para obra civil y ahora “es buen momento”, reconoce el gerente de la empresa, aunque matiza que “hay muchos proyectos pero también son muchos los que no se acaban de materializar”. Un ejemplo lo tienen bien cerca. La empresa participó en los primeros trabajos del soterramiento de la línea de FEVE Gijón-Laviana a su paso por Langreo, pero el final de la obra sigue sin ejecutarse. Cuando llegue el momento, en Emerent estarán listos ya que una de las líneas de trabajo en la que se han especializado últimamente es precisamente esa, la relacionada con las infraestructuras ferroviarias. Para ello disponen de máquinas adaptadas para circular por las vías de tren. Adaptadas, homologadas y matriculadas.

Máquinas para construir el futuro

Son buenos tiempos sí, pero había que llegar hasta aquí y para ello ha sido necesario “mucho trabajo y muchos días fuera de casa”. Ser el principal proveedor de maquinaria de una obra como la del estadio del Real Madrid, uno de los más importantes del mundo, requiere un esfuerzo titánico pero por encima de todo es necesaria la seriedad. Pablo Arias mantiene que “lo que funciona es en boca a boca” y ha podido comprobar como “especialmente en Madrid las empresas asturianas tienen fama de serias y trabajadoras”, lo que se traduce en contratos. “Se trata de ofrecer un buen servicio, cercanía y asesoramiento”, dice el empresario langreano. En su sector ese asesoramiento es fundamental. En ocasiones el cliente sabe lo que quiere hacer, qué obra va a realizar pero “a veces no saben la maquinaria que van a necesitar”. Incluso hay ocasiones que no saben utilizarla. “Ningún problema, nosotros les acompañamos durante todo el proceso, les enseñamos a utilizar la maquina adecuada y les ayudamos en todo”, explica Arias.

Máquinas para construir el futuro

Desde que la empresa empezó a funcionar su facturación ha ido creciendo a un ritmo medio de un 25 por ciento al año y para este ejercicio pretenden llegar a los 20 millones de euros. Eso sí, necesita inversión. La maquinaria es cara, hay que mantenerla y hay que renovarla. En la actualidad, Emerent dispone un total de 4.700 máquinas en alquiler, muchas de ellas de última generación, incluso alguna con motor eléctrico para cumplir con todas las normativas de cero emisiones. Uno de esos dúmper eléctricos se utilizó en la obra de la Plaza de España de Madrid.

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Una de sus últimas adquisiciones ha sido un ferrocamión, un camión Iveco adaptado para circular por las vías del tren. Este vehiculo es único en España. También han adquirido máquinas especiales para obras relacionadas con las energías renovables. El gerente apunta que en los últimos años se ha trabajado mucho con energía termosolar y fotovoltaica.

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Pero si algo de lo que hay en la nave de Langreo de lo que Pablo Arias está especialmente orgulloso no es una máquina sino un casco de samurai que luce en un lugar especial en las oficinas, sobre una peana construida especialmente para su exposición. La pieza es un regalo de Toshiya Takeuchi, propietario de una gran empresa japonesa de maquinaria pesada. Emerent es distribuidor oficial de la marca para Asturias y León. El trabajo de los asturianos gustó tanto al empresario japonés que viajó hasta Langreo con el casco de samurai y la preciosa caja para guardarlo. En correspondencia, Pablo Arias le invitaron a comer en un típico restaurante asturiano. Queda pendiente el viaje a Japón.

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