Rebeca Velasco está “encantadísima”. Es la primera mujer que dirige el Coro Minero de Turón en su más de cien años de historia, desde que en 1920 naciese el Orfeón de Turón. Ovetense y asturiana por voluntad propia, Velasco dirige 10 coros, es directora de la Escuela de Música de Grado y tiene varios proyectos personales tanto con banda, “Llocántaru”, como de solista.

–¿Qué supone dirigir el Coro Minero de Turón?

–Estoy encantadísima. Para mí es más que un coro, es una institución y me parece una pasada que quieran contar conmigo. Es una experiencia maravillosa.

–Usted es la primera mujer que se pone al frente de la formación.

–Es un paso feminista total. Dice mucho de la manera de pensar de los componentes de la formación.

–¿Qué pensó cuando le llamaron?

–Solo hice dos peticiones. Vestirme de minera, como ellos, y bajar a la mina, que nunca he estado. El traje ya está encargado, con su casco y todo, y me están preparando una visita a la mina.

–¿Cómo fue el recibimiento?

–Estupendo. Soy personas maravillosas, adorables, y el ambiente es fabuloso, dicen que están encantados y me tratan muy bien. Podemos ser mayores pero la juventud se lleva por dentro

–¿Cuál es la situación actual del coro?

–Con el covid quedó muy tocado. La media de edad es avanzada y ha fallecido gente. Estamos un poco preocupados y necesitamos revitalizar el coro. Tendremos que hacer una campaña para captar nuevos componentes jóvenes. Ellos dicen que yo tengo mucho tirón así que desde que llegué, hace menos de un mes, se está apuntando gente, hasta el cura del pueblo. De todos modos necesitamos gente joven. La mayoría de los componentes están jubilados, solo dos están trabajando.

–¿Qué cree que puede aportar al Coro Minero de Turón?

–Ya aviso que soy muy revolucionaria. Por el momento nos estamos adaptando unos a otros. Yo llego con una visión diferente de la música pero lo que tengo muy claro es que hay que conservar la potencia y la fuerza incomparable que tiene el coro. También hay que profundizar en las canciones y sacar nuevos matices.

–¿Cómo?

–Yo soy cantante y les estoy enseñando técnica vocal, cosas que nunca hicieron. Alguno me ha dicho que con algunos ejercicios de respiración ahora puede hacer cosas que no hacía. También es muy importante trabajar las emociones. Me llama muchísimo la atención lo sensibles que son, personas abiertas con unas ganas abiertas de transmitir emociones. Estamos probando cosas como cantar más suave algunas canciones porque en ocasiones esa suavidad transmite más fuerza. Lo hemos probado con el “Boga boga”, que es un clásico, y ha funcionado muy bien. Parece que ellos están disfrutando de la música de otra manera, son como niños y yo me lo estoy pasando genial.

–No es nueva en esto, dirige diez coros, la escuela de música de Grado, además de sus otros proyectos musicales.

–Sí, diez coros y dos que tengo parados desde la pandemia. Ahora también estoy trabajando en un disco de poetas asturianos en el que yo canto y Xaime Arias toca el piano.

–¿Cómo afectó la pandemia a las masas corales?

–Se notó muchísimo. Por un lado porque desgraciadamente falleció gente y por otro porque los componentes de los coros estaban tristes. Formo parte de la junta directiva de Fecora (Federación de Coros de Asturias) y vemos que los coros se han partido a la mitad, se han quedado con la mitad de personas que antes del virus. Yo trabajo con la ilusión de la gente que va a cantar en su tiempo libre y en la pandemia desapareció esa ilusión y si dejas de cantar las voces se pierden.

–¿Qué proyectos inmediatos tiene con el coro de Turón?

–Tenemos muchísimos conciertos. Entre el viernes y el sábado de la semana pasada cantamos en cinco lugares diferentes. Estamos grabando un videoclip para el Ayuntamiento de Mieres. También estuvimos cantando en “Bocamina”, que es impresionante. Allí estaban Adrián Barbón, presidente del Principado, y Gregorio Rabanal, presidente de Hunosa. Cantamos con Alfredo González, que también formó parte del coro y ha sacado ahora con ellos la canción “Si te pregunten por mi”. La hicimos en la cena de “Bocamina” y quedó impactante. Son momentos muy especiales. Llegamos a oscuras, caminando por el puente, con las lámparas de los cascos encendidas y la emoción era tremenda, la gente se ponía a llorar.

–¿Se la ve contenta?

–Mucho. Encantada. Y vuelvo a lo de ser la primera mujer, hay que sacarle punta a eso. Ya les he dicho que para el Día de la Mujer tenemos que salir como un coro feminista. Son los mejores.

–¿Cambiará mucho el repertorio?

–La columna vertebral no, porque es muy importante. Ya digo que son una institución. Haremos crecer lo que transmiten. Quiero hacer más grande todo eso a nivel de sonido y ya adelanto que el Coro Minero de Turón va a sonar y mucho. Quiero mejorar muchas cosas pero por ahora tengo que ir adaptándome a lo que ellos ya son. Eso sí, ya tengo pensadas muchas cosas, no le digo más que ya estoy pensando escribir arreglos para algunas canciones del repertorio coral pensando en ellos.