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La falta de secretario municipal retrasa el esperado proyecto de las comunidades energéticas en Aller

La carencia temporal de este tipo de funcionario en el Ayuntamiento impide la firma de informes “imprescindibles” para sacar adelante obras

El colegio de Moreda.

La puesta en marcha de uno de los proyectos más sostenibles y sociales que se impulsa desde el Ayuntamiento de Aller está sufriendo retrasos. Se trata de la creación de dos comunidades energéticas, en las localidades de Moreda y Cabañaquinta, para contribuir a la lucha contra la pobreza energética. Una pionera iniciativa que cuenta no solo con el impulso municipal, sino también con la participación del Gobierno del Principado a través de la Consejería de Industria, de la Fundación Asturiana de la Energía (Faen) y de la empresa Repsol a través de sus filiales de energías renovables Solmmatch y Solify.

Cuando ya se deberían estar instalando los paneles solares en los centros educativos de Moreda y Cabañaquinta, lo cierto es que la obra sigue sin empezar. El problema: la falta de un secretario municipal en Aller que emita los informes necesarios para desbloquear la ejecución de estos trabajos.

Fue el propio alcalde, Juan Carlos Iglesias, el que explicó la situación: “Hacen falta dos informes que tienen que venir avalados por el secretario municipal, pero ahora mismo no tenemos y tienen que cubrirnos la plaza. Esperamos que en unas semanas podamos contar ya con secretario, porque sabemos que hay dos personas interesadas en nuestra plaza, pero de momento sigue sin cubrir”. Por lo tanto, los trámites administrativos son los que están ahora bloqueando el proyecto, que será pionero en Asturias, y que desde la administración regional se ha puesto como ejemplo para otros municipios.

¿En qué consiste la iniciativa? El proyecto busca constituir una cooperativa energética, a través de la cual se generará energía con paneles solares en los colegios de Moreda y Cabañaquinta para el autoconsumo. Sin embargo, el sobrante que se genere, ya que la capacidad de producción es mayor que las necesidad de estos centros educativos, se destinaría a tratar de paliar la pobreza energética. La forma sería la de suministrar este sobrante a viviendas públicas cercanas. Los cálculos iniciales indican que se podrían ayudar a unas 40 familias en cada una de las localidades. La inversión total del proyecto asciende a 100.000 euros, que se repartirán entre las tres entidades participantes, las dos públicas –Ayuntamiento y Faen– y la empresa Repsol a través de sus filiales.

Los beneficios de los que se aprovecharán estas familias son varios. En primer lugar, al ser energía producida a través de una fuente renovable, como es el caso de los paneles solares, la factura de la luz será ya más barata sola mente por este motivo. Sin embargo, los beneficiarios también tendrán otra importante prebenda. La Fundación Asturiana de la Energía también ha previsto una bonificación máxima de 50 euros al mes durante cinco años para estas familias. Es decir, que si en un hogar, el recibo es de 60 euros, finalmente pagará solamente 10 euros. Eso sí, nadie ganará dinero. Si el recibo fuese de 40 euros, será ese el importe bonificado, y no se entregarán 10 euros a mayores.

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