Cooperación, descarbonización, sostenibilidad o economía circular. Esos fueron algunos de los conceptos que ayer más se repitieron durante el AgroCarrio, el foro de agroalimentación que se ha creado gracias a Sodeco, al grupo Hunosa y al casi medio centenar de empresas, instituciones públicas y organismos que se han conjugado para explorar los nuevos retos de futuro en un sector tradicional que debe encaminarse hacia la vanguardia.
Durante toda la mañana se sucedieron las charlas y las conferencias de diversos empresarios, que expusieron su propia experiencia y sus ideas al servicio del resto. Ese es, precisamente, uno de los grandes objetivos de este proyecto común.
Las ponencias contaron con expertos a nivel nacional e internacional. Como el caso de Óscar Sala, director del programa The Collider de Mobile World Capital Barcelona, cuya conferencia versó sobre las oportunidades en los desarrollo de productor agroalimentarios, basándose en lo que el nuevo consumidor demanda. Así, explicó que la tarea de los empresarios del sector “pasa por pensar en todo el proceso desde el huerto a la mesa, y en todas las oportunidades de negocio que eso ofrece”.
Tras la intervención de Sala, se desarrolló una mesa de debate titulada “La Biotecnología y la Bioingeniería, factores claves en los procesos productivos y los alimentos funcionales”. Un espacio que moderó la investigadora del CSIC Asturias, María Fernández, que aseguró, para introducir el debate, que “ahora el consumidor pide más que antes: reclama salud y sostenibilidad en los productos, algo que se debe plantear como un reto para el futuro”.
En esta mesa participó también Juan Francisco Ciriza Santero, director de Medio Ambiente del Grupo Mahou-San Miguel, que fue el primero en intervenir: “El reto está en conseguir la descarbonización de los sectores industriales y productivos. Y en el caso del agroalimentario, tenemos la ventaja de que es más sencillo irnos a una economía circular”. El responsable de la empresa cervecera, explicó que “los subproductos o desechos que quedan de la fabricación, generalmente se utilizaban para la alimentación animal, o se buscaba la forma de deshacerse de ellos”. Sin embargo, apuntó, esa forma de actuación debe de ir cambiando: “Tenemos que aprovechar lo que nos ofrece la tecnología para aprovechar esos residuos y convertirlos en subproductos”. Fue más allá Ciriza, que apuntó que “si a nosotros no nos sirvieran esos subproductos, habrá empresas de otro sector que seguro que las necesiten. Y es necesario colaborar entre las cadenas de valor, incluso entre empresas de distinto tamaño”.
Un planteamiento, el del reciclaje de elementos, que compartió la doctora Janet Alejandra Gutiérrez Uribe, directora regional del Departamento de Bioingeniería y Ciencias, de Tecnológico de Monterrey (México). “Hay que dejar de pensar en residuos y pensar en nuevas materias primas para otros productos”, apuntó como una de las claves, para agregar que “la Biotecnología nos ayuda precisamente a esa forma de pensamiento”.
También en esa línea se pronunció Roberto Parra Saldívar, director de Biotecnología sostenible, de Tecnológico de Monterrey, que mostró su preocupación por la necesidad de buscar un equilibrio para el planeta en los procesos de producción, algo que “la combustión como forma de producción energética nos ha desequilibrado”. “Debemos repescar a las empresas de la zona de la insostenibilidad a la de la sostenibilidad”.
En el AgroCarrio también participaron responsables de otras importantes compañías, como fueron Santiago del Valle (TSK), René Porrúa (Gonvarri), Javier García (Sintetia), o José Armando Tellado (Capsa), que ofrecieron su visión sobre el reto de la industria agroalimentaria.
