La Fiscalía solicita la condena a siete años de prisión para el acusado de acuchillar en la cara a un policía local de Langreo en octubre del pasado año. También pide que indemnice al agente herido con la cantidad que se acredite por las lesiones y secuelas y a la comunidad de propietarios con 1.330 euros, más los intereses legales correspondientes, por los desperfectos que causó.

 El escrito de acusación provisional ha sido presentado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Langreo. El Ministerio Fiscal sostiene que el 16 de octubre del pasado año el acusado estaba en su domicilio de Sama “lanzando objetos y botellas de cristal a la vía pública, con peligro para las personas que pasaban por las inmediaciones”, por lo que acudieron varias patrullas de la Policía Local, alertadas por los vecinos.

Dos agentes encontraron al acusado asomado a la ventana e intentaron dialogar con él. Éste profirió todo tipo de insultos hacia los policías, a quienes se dirigió diciendo: “hijos de puta, cabrones, me quiero morir”, refleja el escrito de la Fiscalía. Tras arrojar otro objeto de cristal al suelo bajó las escaleras, descalzo y portando un cuchillo de cocina, que esgrimió hacia los agentes.

Los policías intentaron quitárselo, con ayuda de la defensa extensible, sin éxito. Entonces, el acusado corrió hacia el portal, perseguido por los agentes, momento en que tropezó y cayó al suelo, lo que aprovecharon los policías para intentar quitarle el cuchillo. Sin embargo, relata el Ministerio Fiscal, el acusado consiguió asestar varias puñaladas a uno de los agentes en el chaleco antibalas y en el pecho y también en la cara, intraoralmente.

Tras la agresión, el acusado huyó a su domicilio. El policía herido fue atendido inicialmente por los viandantes y trasladado al Hospital Valle del Nalón, desde donde fue derivado al Hospital Central de Asturias (HUCA) para ser tratado por un especialista en cirugía maxilofacial.

Después, el acusado salió de nuevo de su casa, portando una taser 928, que da descargas eléctricas de alto voltaje. Se dirigió a otro de los agentes que acudieron al servicio, diciéndole: “cabrones, os voy a matar”. Los policías lograron desarmarlo y detenerlo.

El agente sufrió una herida incisa de unos cuatro centímetros intraoral, en región central mejilla izquierda, que precisó de tratamiento médico necesario para su curación, consistente en sutura de la herida y revisión por cirugía maxilofacial. Le quedó como secuela una cicatriz visible de unos dos centímetros en la mejilla izquierda. El acusado causó desperfectos en el portal, que ascendieron a 1.330 euros.

La Fiscalía solicita que se condene al acusado a cinco años de cárcel por el delito de atentado en concurso con el de lesiones y a dos años por tenencia de armas prohibidas más las costas procesales.