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Pinos, la guerra de pastos busca la paz

Los ganaderos de Mieres subieron las primeras reses a los pastizales ubicados en León: “Hay que llegar a acuerdos”

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Pinos, la guerra de pastos busca la paz Julio Vivas

A pesar de los esfuerzos del Ayuntamiento de Mieres, la guerra de pastos del puerto de Pinos, ubicado en territorio leonés, sigue sin alcanzar la paz. Aunque se trató de acotar estos pastos durante los meses de abril y mayo con el objetivo de que se regenerase la extensión, los ganaderos mierenses que llegaron ayer el puerto se encontraron con el mismo panorama “de siempre”. Y es que, según denuncian, los profesionales leoneses con derechos de uso históricos no han cumplido con el acotamiento, llevando a sus animales durante estas últimas semanas y los pastos no se han regenerado. Mieres es propietario del terreno desde hace un siglo.

“Nosotros queremos el beneficio de todos, tanto de los ganaderos mierenses como de los de León”, aseguraba ayer el concejal de Medio Rural de Mieres, Luis Vázquez Maseda, que se había trasladado hasta el puerto en la que era el primer día oficial para traer los animales. Desde Mieres llegarán un total de 1.400 cabezas de ganado correspondientes a 140 explotaciones, mientras que desde León no hay ninguna constancia de cuántos animales suben “porque no hay colaboración”, asegura una de las trabajadoras municipales que acompaña a Vázquez Maseda. No es el único problema. El Ayuntamiento de Mieres tuvo constancia de que se han llegado a meter animales de León sin crotal, es decir, sin una identificación que permita conocer quién es su propietario y el estado sanitario del animal. Por eso, como explicó el concejal, “presentamos una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, pero cuando vinieron no hicieron las lecturas, y eso que subieron ganaderos de Mieres, para ayudarlos”. Esto ocurrió hace aproximadamente un mes, y ayer, coincidiendo con el inicio de la temporada de pastos de Mieres, que se alargará hasta noviembre, llegaron dos veterinarios de la Junta de Castilla y León para comprobar si había animales sin identificar.

Reses pastando en el entorno del puerto de Pinos. |

Los veterinarios Javier Revilla y Elena Alonso aseguraron que su presencia ayer en el puerto se debe a que “nos han comunicado que había animales sin identificar y hemos venido a comprobarlo, pero de momento no hemos visto nada”. Estos profesionales daban cuenta del peligro que supone un animal sin identificación: “Habría que aislarlo hasta poder comprobar su estado sanitario”, ya que podrían poner en riesgo al resto de animales que están pastando en el puerto. Sin embargo, y al no encontrar ayer animales sin identificar, los veterinarios se marcharon tal y como vinieron. Vázquez Maseda, por su parte, aunque agradeció la presencia de estos profesionales, señaló el largo tiempo que había transcurrido desde su denuncia. Aún así, aseguró que el guarda del puerto de Pinos y su ayudante” estarán vigilantes por si encuentran más animales sin identificar, para dar de nuevo aviso, porque es un peligro”.

Era el primer día de la temporada de pastos, pero no fueron muchos los ganaderos de Mieres que se acercaron ayer hasta el puerto, “vendrán más a partir del fin de semana”, destacaba el concejal. Entre los pocos ganaderos que acudieron a Pinos se encontraban Aaron y Alfredo Suárez, de Mieres. “Subimos esta mañana con 48 vacas, como cada año”, explicó el ganadero. En cuanto a la polémica con los pastos, este joven señaló que “lo interesante es acotar los pastos, pero bueno, entiendo que los ganaderos de León también tienen parte de razón, había que alcanzar un acuerdo en lugar de andar con peleas”. Y de hecho, aseguró que mantenía buena relación con los profesionales de la comunidad vecina, “hasta he subido hoy con uno de ellos”, destacaba. Otro de los ganaderos que también aprovechó la primera jornada para subir al puerto fue Víctor Sánchez, quien trajo a sus primeras veinte vacas, “las voy trayendo poco a poco al prao”, explicó. Este ganadero sí se mostró más disgustado con el estado en el que se encontraban ayer los pastos, “está fatal, tendrían que acotar el prao, pero nada, no se consigue”.

El Ayuntamiento de Mieres nunca ha cesado en su intención de lograr un entendimiento con los ganaderos de León. El año pasado alcanzó un acuerdo a tres bandas con las administraciones autonómicas de Asturias y León para alcanzar un aprovechamiento “sostenible” y “justo” de estos pastos. Así, en noviembre del año pasado, Vázquez Maseda se reunió con la directora general de Ganadería y Sanidad Animal, Rocío Huerta, y con la diputada de Desarrollo Rural de León, Avelina Vidalse. También acudió al encuentro el alcalde de San Emiliano, Baltasar Barredo. Esta parroquia, junto a Candemuela, Villargusan y Pinos son los cuatro enclaves con derecho sobre el monte leonés comprado por el Ayuntamiento de Mieres en 1926. Entre los acuerdos alcanzados estaba el que los ganaderos de los cuatro pueblos leoneses con derechos de uso sobre los montes deberían acreditar para hacerlo efectivo no solo su empadronamiento , sino “una residencia efectiva” en estas parroquias. Además, las ganaderías deberían estar también ligadas a la zona. También se vio con buenos ojos la posibilidad de acotar los pastos durante unos meses para su regeneración. Sin embargo, tal y como han comprobado en Mieres, se han subido animales durante el acotado y, además, sin identificar.

El conflicto ganadero de Pinos se remonta casi un siglo atrás Una hacendada familia leonesa sacó a subasta en 1926 un monte próximo a Las Ubiñas. En total, las fincas sumaban en conjunto más de 10 kilómetros cuadrados de extensión. Mieres pujó y logró adquirir los terrenos. Desde entonces, el puerto Pinos es el principal pastizal de Mieres. Han pasado desde entonces 96 años y la presencia de los ganaderos mierenses en León ha ido generando paulatinamente críticas y recelos en los pueblos de la zona.

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