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La Hueria Villar y Pumarín, Pueblu Afayaízu

El valle langreano destinará los 33.000 euros del premio a recuperar espacios deteriorados con murales y a rehabilitar fuentes y lavaderos

Visita de integrantes del jurado al valle de la Hueria Villar y Pumarín.

El valle de la Hueria Villar y Pumarín se ha alzado con el premio “Pueblu Afayaízu-Meyor Entamu Rural” de Langreo. El galardón, que entrega el Ayuntamiento desde 2001 con la ausencia de 2020 por la pandemia, distingue “el proyecto innovador” presentado por la asociación de vecinos de la Hueria Villar y Pumarín.

El premio permite que se puedan ejecutar obras por importe de 33.000 euros. Esta cuantía se destinará a un plan para elaborar al menos tres murales en espacios deteriorados “para embellecer el valle” y a rehabilitar fuentes y lavaderos, aseguró el portavoz del colectivo, Jaime García, que destacó la satisfacción de los vecinos con el galardón.

A la convocatoria se presentaron dos pueblos del municipio. El otro es Llantamartín, en La Venta, que proponía el arreglo de varios caminos interiores y de acceso. La ejecución de esta actuación con otros fondos será estudiada por la concejalía de Medio Rural, según aseguró el equipo de gobierno municipal.

La asociación de vecinos de la Hueria Villar y Pumarín tiene actualmente 320 socios, indicó García. El colectivo se formó en los años setenta del pasado siglo y organiza variadas actividades. El valle, del que forman parte una decena de pueblos, es una de las áreas rurales con mayor densidad de población del concejo.

Esta es la segunda ocasión en la que la asociación de vecinos de la Hueria Villar y Pumarín presentó la candidatura al premio “Pueblu Afayaízu-Meyor Entamu Rural” de Langreo y lo logró. Sucede a La Texuca en la lista de galardonados.

El jurado, integrado por la Alcaldesa, Carmen Arbesú, concejales de los diferentes grupos políticos y técnicos municipales, valora, para conceder el galardón, el respeto a las características constructivas tradicionales, el fomento de la riqueza paisajística y forestal autóctona y el desarrollo de iniciativas que favorezcan el turismo u otras actividades económicas respetuosas con el medio. Tiene en cuenta, además, el impulso de acciones que estimulen la colaboración y solidaridad vecinal como las sextaferias y “la existencia de circunstancias destacables relacionadas con la actividad agraria, ganadera, agroindustrial o con costumbres o tradicionales culturales”.

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