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Doscientas víctimas de delitos sexuales recibieron apoyo en Asturias en dos años

El centro de crisis del Principado prestó atención legal y psicológica a mujeres en 121 casos de agresión sexual, 60 de abusos y 13 de acoso

Por la izquierda, Victoria Carbajal y Manuela Suárez, durante su charla. A. Velasco

Corría noviembre del año 2020, medio año después de que una pandemia cambiara la vida de la sociedad. Pero la de muchas mujeres ya había cambiado mucho antes, cuando comenzaron a sufrir violencia, abusos o agresiones sexuales. Hace año y medio veía la luz el Centro de Crisis para Víctimas de Agresiones sexuales, con sede en Gijón, y que está abierto 24 horas al día, los 365 días del año. Desde su puesta en marcha, este servicio pionero y que es una referencia a nivel estatal, ha atendido a casi 200 mujeres víctimas de algún delito sexual. Otro centenar y medio de personas también ha acudido en busca de ayuda, y fueron derivadas a los servicios correspondientes de toda la red del Principado. Ayer, Manuela Suárez Granda, coordinadora contra la Violencia de Género del Instituto Asturiano de la Mujer, y María Victoria Carbajal Fernández, coordinadora del Centro de Crisis, explicaron el funcionamiento del servicio durante la charla que ofrecieron en el marco de las II Jornadas formativas para profesionales “No a las agresiones sexuales”, organizadas por la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Mieres.

Carbajal fue la encargada de ofrecer la información sobre las cifras. Comenzó explicando que, en año y medio de funcionamiento, “con una pandemia mediante, la movilidad restringida y la poca difusión que le pudimos dar al servicio”, se atendieron un total de 343 personas. “Me parece una barbaridad”, aseguraba María Victoria Carbajal. De ese total, el centro de crisis abrió 194 expedientes relacionados con delitos por violencia sexual, ya que “recibimos otros contactos, que por uno u otro motivo correspondían a otro tipo de violencias o derivábamos a otros servicios de la red”.

Por edades, la profesional destacó que 153 de las víctimas eran mayores de edad, mientras que el resto, 41, no habían cumplido los 18 años. De las mujeres atendidas, 121 fueron víctimas de agresión sexual, lo que supone un 62 por ciento del total. Las víctimas de abuso sexual en la infancia que pasaron por el Centro de Crisis fueron 39, lo que supone un 20 por ciento de total, mientras que 21 mujeres habían sido víctimas de abuso sexual en la edad adulta, lo que en porcentaje se traduce en un 11 por ciento. El resto de mujeres atendidas, 13 (un 7 por ciento), habían sido acosadas sexualmente, tres de ellas a través de redes sociales o internet.

Victoria Carbajal también destacó que el centro no solo brinda apoyo a mujeres, sino también a su entorno y acompañantes “en un proceso que es durísimo y al que muchas veces no se viene sola”. Así, 114 familiares también recibieron ayuda. Más de la mitad, un 59 por ciento, eran madres de las víctimas. Un 17 por ciento eran los padres los que las acompañaban.

Las responsables de este servicio del Principado explicaron que en el centro se cuenta con seis abogados y seis psicólogos “siempre dispuestos para prestar atención y ayuda”. Quisieron poner énfasis en que todas la víctimas “van a ser acompañadas y atendidas, hayan denunciado o no, o la agresión se haya producido ahora o en el pasado”. “Desde que ponen un pie en el centro, nunca más van a estar solas”, destacaba Manuela Suárez Granda.

Profesionales

Además, el centro de crisis se ha rodeado de profesionales en diferentes ámbitos para brindar una atención más completa. Así, cuentan con un servicio especial de intérpretes para mujeres extranjeras y también con asistencia para víctimas con discapacidad. Además, la asistencia legal es gratuita para las mujeres que acudan la instalación, gracias a un acuerdo con los colegios de Abogados y Procuradores de Oviedo y Gijón, contando así con 75 profesionales de este ámbito.

“El foco debe ponerse en el agresor y estamos cansadas de que se nos diga lo que tenemos o no tenemos que hacer para no ser agredidas”, manifestó, para cerrar su exposición, Victoria Carbajal: “El culpable es el agresor, no la víctima, y eso tiene que quedar claro”.

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