Con el reconocimiento de los suyos, con un amplio apoyo a su gestión y con un balón de oxígeno para el Montepío, Juan José González Pulgar afrontaba ayer su última asamblea como presidente de la mutualidad minera después de ocho años. Se va despejando uno de los frentes que más temor causaban en la entidad: el proceso abierto en el Tribunal de Cuentas. Finalmente, el organismo ha archivado la causa al no apreciar alcance contable en los balances de la mutualidad, dando carpetazo así a una denuncia interpuesta en el Congreso ya en 2017 por Unidas Podemos. El relevo en la presidencia lo tomará, el lunes, Armando Fernández Natal “Mandi”, cuando la Comisión Regional salida de la asamblea de ayer lo nombre. Un sucesor que era, pese a que aún faltan días para su investidura, felicitado por muchos de los asistentes a la asamblea. Ya lleva meses trabajando con González Pulgar para que la transición sea lo más calmada posible.
El aún presidente de la entidad hablaba antes de la asamblea de la mutualidad que se encontró “con una situación muy complicada, con una entidad en quiebra, una deuda hipotecaria de 17 millones, con empresas en pérdidas y con falta de proyectos e ilusión por salir adelante”. Destacó especialmente González Pulgar el caso de la residencia de Felechosa, “que cuando yo llegué llevaba dos años en funcionamiento y acumulaba pérdidas de más de 1,2 millones de euros”.
Además, también repasó el principal hecho que ha marcado su mandato: el caso Hulla y la gestión del Montepío por parte del anterior presidente, José Antonio Postigo. “A esa situación de partida se le sumaron las plagas”, dijo Pulgar, para agregar que “hubo una muy importante, que planeó durante todos estos años, que fue la de la corrupción”. “Fue muy duro conocer que los antiguos dirigentes y colaboradores habían saqueado el Montepío y también hubo que resolver situaciones como los contratos blindados, el nepotismo o el ver cómo se había gestionado una entidad como si hubiese sido una finca privada”, apuntó el mandatario, para agregar que “también fue difícil gestionar el abandono de CC OO como socio protector, aunque afortunadamente solo fue un abandono de su cúpula, ya que los mutualistas están con nosotros, incluso integrados en los órganos de dirección del Montepío”. “La escenas del juicio a Villa, tan teatralizadas, nos hicieron daño, porque hay una vinculación”, apostilló.
Ahora, Pulgar deja, afirma, un legado muy positivo a su sucesor. “Estamos ante una entidad saneada, con unas resultados positivos este año por encima de los 850.000 euros y hemos amortizado 5 millones de euros de la deuda hipotecaria”, apuntó el presidente, un hecho que también expuso a la asamblea, que aprobó su gestión por unanimidad.
Pero si de algo se sentía ayer aliviado Pulgar fue del reciente auto recibido por parte del Tribunal de Cuentas, que exonera al Montepío de haberse lucrado de los fondos mineros con la construcción de la residencia de Felechosa. “La consejera de Cuentas, Elena Hernáez Salguero, elegida por el PP, dice en el auto que no hay lugar al procedimiento de reintegro por alcance contable y, tras finalizar el plazo de recurso que la Fiscalía no presentó, no aprecia responsabilidad y decide archivar el caso abierto al Montepío de la Minería”, apuntó Pulgar. “Respiramos muy aliviados porque de haber apreciado algo, hubiera procedido al embargo de bienes de la entidad”.
En cuanto al relevo, la asamblea aprobó con un 99% de los votos la lista de consenso que encabeza Armando Fernández Natal “Mandi”, que será el próximo presidente, cuando el lunes se reúna la Comisión Regional para proceder al nombramiento de cargos y órganos. “Mandi”, que igual que Pulgar también formó en su día parte del núcleo duro de José Ángel Fernández Villa, cuenta con una larga trayectoria sindical y también política. En los últimos años ha trabajado al lado de Pulgar en el Montepío, siendo incluso el presidente de la Fundación Obra Social de la mutualidad. Ayer, entre saludos, confesaba a algunos mutualistas, entre apretones de manos, que tiene por delante “una ilusionante etapa, aunque con mucho trabajo”.
González Pulgar, preguntado por un consejo para su sucesor, afirmó que “lo cierto es que quien me sucede forma parte del grupo de trabajo desde hace tiempo. Hay muy pocas modificaciones y el equipo que sigue ya había trabajado conmigo, de una manera colegiada. Aquí no había secretos y todos participaban de la gestión. Así que conoce la realidad de las cosas y tiene una experiencia en la gestión”.