Los actuales dueños del Palacio Figaredo han denunciado a una operadora de telefonía móvil por instalar equipos de la red de fibra óptica en la fachada de este histórico inmueble, incluido en el Inventario de Patrimonio Cultural. Pese a que tras el inicio del procedimiento judicial la firma ha desmontado el material acoplado sin permiso al edificio, los dueños consideran que se ha causado un grado daño a este palacio del siglo XVII.

“Han taladrado la pared y tras la retirada de la caja de fibra óptica han quedado unos agujeros perfectamente visibles”, señala Lisardo Hernández, uno de los responsables del proyecto hotelero que en breve comenzará a funcionar en el palacio de Figaredo, sin uso desde hace más de un lustro tras la quiebra de la anterior empresa que lo gestionaba. “Esto ha sido un atentado contra el patrimonio histórico de Mieres. Seguramente si lo hubieran hecho contra la catedral de Oviedo ya estarían en la cárcel”, añade el citado empresario.

El caso está en manos del Juzgado de primera instancia (número 2) de Mieres y pendiente del pertinente informe de Fiscalía. Los propietarios del protegido edificio están tremendamente molestos con la empresa Orange: “No solo actuaron en su momento sin pedir ningún tipo de autorización, sino que además sus abogados parecen restar importancia a los hechos argumentando que el problema ha quedado resuelto al quitar la caja de distribución”. La operadora ha reconocido ante el juzgado ser la propietaria de los equipos. “Se ha procedido al desmontaje de la instalación y a la baja en sistemas de la zona afectada”, subrayan. Y añaden: “Se han reparado la fachada donde se había instalado el nuevo tubo”.

Denunciada una empresa de telefonía que taladró el palacio de Figaredo, del siglo XVII

La propiedad apunta que nadie de Orange se ha puesto en contacto con ellos. Alegan que ha sido una subcontrata quien les manifestó que desmontarían la instalación y que traerían a un historiador para que evaluara los daños y la forma de reparación. “Solo se ha cumplido el desmontaje y, según el escrito, no tienen ninguna intención de reparar los daños”. Los empresarios asturianos que pronto reabrirán el hotel mierense confían en que finalmente el Juzgado abra juicio oral. “ La fachada ha sido taladrada por varios puntos y han dejado tacos de plástico para disimular los agujeros de gran tamaño que realizaron. Igualmente, los daños en la acera histórica persisten y fueron tapados arrancando un poco de hierba que depositaron encima para disimularlos y sacar la foto que en su momento trasladaron al Juzgado”.

Los dueños del Palacio de Figaredo están muy lejos de estar satisfechos con el proceder de la operadora, tanto en el origen como en el intento de reparación del error asumido: “No se puede ir por el mundo pensando que todo es tuyo”, apunta Lisardo Hernández.

Expertos

“No puedes taladrar un edificio histórico y luego retirar lo que colocaste sin al menos consultar a expertos en restauración”. Lisardo Hernández considera que los daños son notables en un bien patrimonial del concejo de Mieres: “También se han taladrado los cantos rodados de los accesos al palacio para pasar cables”, lamenta.

Este palacio del XVII, con importantes reformas posteriores, es un edificio de planta rectangular y prolongado al norte por un cuerpo longitudinal adosado al costado con gran arco bajo el que pasa el camino. “El interés histórico y artístico de esta construcción es incuestionable como elemento de arquitectura culta asturiana de lenguaje clasicista y como testimonio de la pervivencia de formas de vida tradicionales e inmuebles de épocas anteriores”, recoge la documentación sobre el edificio que se puede consultar en el Archivo de Mieres.

El Palacio de Figaredo tiene más de 40 estancias repartidas a lo largo de 1.500 metros cuadrados de espacio útil. Hace dos décadas fue rehabilitado y convertido en complejo hotelero, pero terminó cerrando hace unos siete años. Los nuevos propietario planean reabrir el equipamiento en breve. Llevan meses trabajando en el acondicionamiento de la casona.