José García, de 94 años, conocido como Pepe “el de Villar”, rectifica al interlocutor cuando le indica que “Clotilde, la de Panizales, su compañera de homenaje, es diez días más vieja que él”. El cortés nonagenario responde de modo pausado que “realmente soy yo diez días más joven que ella”. Queda bien claro que la sabiduría siempre se adquiere con la edad y la experiencia.

Clotilde Fernández Fernández nació en Panizales, pueblo perteneciente a la parroquia de La Foz, el martes 17 de enero de 1928 siendo la menor de doce hermanos. Por su parte, José García García, vino al mundo en Villar, localidad de la parroquia de San Esteban, el viernes 27 de enero de 1928. Tan solo les separan diez días y ambos nonagenarios recibieron un emotivo y merecido homenaje el pasado fin de semana durante el XV Encuentro de Mayores que tuvo lugar en el centro social de El Vallín, organizado por el Ayuntamiento de Morcín y al que asistió Melania Alvarez, consejera de Derechos Sociales del Gobierno del Principado de Asturias.

Clotilde y Pepe siguen viviendo en los mismos pueblos donde nacieron hace 94 años y nunca cambiaron su lugar de residencia en Panizales y en Villar, respectivamente.

A Clotilde como hija menor de 12 hermanos, nacidos todos ellos en Panizales, le toco de pequeña cuidar a su abuelo Bartolomé y a su tío Secundino, que padecía ceguera. Aprendió las primeras letras en la escuela de La Collá. Su padre Ángel, natural de Nembra, y su madre Perfecta, de Panizales, fundaron a mitad del siglo pasado el Bar Los Panizales en La Foz de Morcín, frente a la iglesia, en el que trabajó Clotilde junto con sus hermanas. Recuerda que “teníamos pensión y no había agua corriente. Teníamos que traerla en calderos de la fuente. Unos de sus primeros huéspedes fueron los ingenieros de la mina que vinieron a trabajar al Pozo Montsacro”, entonces propiedad de Ensidesa.

Tras casarse con José Díaz Cárcaba, natural de la Vegalencia, en Ribera de Arriba, Clotilde dejó el bar y el matrimonio se instaló en Panizales. Su marido trabajó primero en la cantera de La Foz, luego en la mina de montaña de La Esperanza y finalmente en los compresores del pozo Montsacro hasta que se jubiló. Clotilde tuvo 4 hijos: Perfectina, Celina, Saturnino y Angélica. La primera y la última siguen viviendo con su madre en Panizales. Aunque tiene dos nietas, dentro de un mes se convertirá en bisabuela. Su vida giró en torno a su familia y sus tareas agrícolas y ganaderas.

José García García, Pepe “el de Villar”, aprendió las primeras letras en la escuela de su pueblo y luego se fue a Mieres. A los 16 años comenzó a trabajar en una carpintería que había en Santa Eulalia de Morcín. “Lo primero que fice fueron ataúdes y luego trabajé como carpinteru durante la construcción de las casas de La Ará, en Riosa, y de Las Mazas, en Morcín” afirma. En 1953 entró a trabajar en las instalaciones que Minas de Riosa tenía en La Pereda y luego ya pasó al 91, donde posteriormente se construyó el Pozo Montsacro, y allí trabajó hasta que su jubilación en 1990. Con veintinueve años se casó con Carmen Fernández Fernández, natural de Lavares, en Santo Adriano, y del matrimonio nacieron tres hijos: Jaime, Rubén y Alejandro. Pepe tiene tres nietos y actualmente vive con su hijo menor en Villar. Como jubilado se dedicó a la huerta y a la vaca pero “ya la vendí hace tiempo”, afirma.

Buena salud

Tanto Clotilde como Pepe, a sus 94 años, gozan de buena salud, aunque “ya tenemos algunas goteras”, señalan. Ambos recibieron un emotivo reconocimiento durante el XV Encuentro de Mayores de manos de Melania Alvarez, consejera de Derechos Sociales del Gobierno del Principado de Asturias y de Maximino García, alcalde de Morcín, en presencia de María Perera, concejala de Bienestar Social. Además de una placa conmemorativa y de una reproducción de la capilla octogonal del Monsacro, Clotilde y Pepe recibieron los aplausos y el cariño de todos los mayores de las siete parroquias que integran el concejo y que abarrotaron el centro social de El Vallín para arroparles.

Al final, un pincheo y un animado baile puso fin a la jornada. Mino García, alcalde de Morcín, contaba como anécdotas de ambos homenajeados el espíritu reivindicativo de Pepe el de Villar, que siempre que le veía, le reclamaba la mejora de los caminos de su pueblo, y la gran hospitalidad de Clotilde, quien siempre le invitaba a un café con una casadiella en su domicilio de Panizales. Desear mucha salud a Clotilde y Pepe para que sus familias y el resto de vecinos podamos seguir disfrutando durante muchos años de la sabiduría y experiencia de ambos, adquirida a base de trabajo y sacrificio para sacar adelante a sus familias.