La circulación de vehículos entre la Meseta y el centro de Asturias a través de Mieres ha vuelto a canalizarse por una única calzada de doble dirección por primera vez desde 1993, fecha en la que, tras la apertura de los túneles del Padrún, entró en servicio la travesía de la autovía A-66. El inicio de las obras de arreglo del puente Seana arrancaron finalmente ayer, lo que obligó a cerrar la calzada en sentido León, habilitando un “bypass” para encauzar todo el tráfico por el tramo de acceso a Asturias, desdoblado con un carril en cada dirección.
En principio, la Delegación del Gobierno había informado de que el corte se prolongaría hasta el 24 de junio. Los técnicos, no obstante, ampliaron ayer la duración de la restricción hasta posiblemente los dos meses. Nunca menos de un mes, en todo caso.
Antes de las nueve de la mañana ya estaba habilitado lo que la DGT llama “puertas antiatascos”, aunque no se activaría hasta una hora después. El más popularmente denominado “bypass” se ha colocado unos cien metros antes de que la calzada pase bajo el puente Seana, dañado en octubre de 2018 tras el choque de un camión contra la estructura. Durante casi un kilómetro, los 28.000 vehículos de media que diariamente transitan por la Autovía de Mieres deberán avanzar en ambas direcciones a través de la calzada de entrada en Asturias. La primera jornada se desarrolló sin incidentes y sin retenciones significativas.
Los trabajos se prolongarán de lunes a viernes. Permanecerá fuera de servicio el citado tramo de carretera de casi un kilómetro, concretamente entre los enlaces con la Autovía Minera y con el acceso Sur a Mieres, liberando así ambas conexiones. Los viernes, a las una de la tarde, el “bypass” se desactivará, volviendo a estar operativas las dos calzadas de la autovía hasta el siguiente lunes a primera hora la mañana. Así sucesivamente durante un plazo de tiempo que podría prolongarse hasta los dos meses.
Trabajos
Las obras se centrarán en la sustitución de la viga dañada, así como en la reconstrucción del tablero y la imposta afectada en toda la longitud de la citada viga, de 15,8 metros. Las previsiones son que el grueso de las labores se puedan hacer desde la parte superior del puente, utilizando la calzada de la autovía únicamente para elevar ciertos materiales. Pese a que en principio no hará falta andamiajes, el cierre de la calzada es imprescindible por seguridad, ya que mientras duren las obra hay riesgo de caída de materiales a la carretera, explicaron los responsables de la obra.
En un principio estaba previsto que el tránsito rodado por el puente Seana quedara cortado al menos durante doce días. Finalmente, no será necesario. Se ha habilitado un doble semáforo que dará paso alternativo al tráfico por el carril norte, ya que los daños se localizan en la parte sur de la estructura. El tránsito peatonal también permanecerá abierto, algo que era importante para el Ayuntamiento de Mieres. El puente de Seana es la conexión más directa y habitual entre el casco urbano de Mieres y la margen oeste del río. De esta forma el viaducto absorbe un intenso tránsito peatonal hacia la estación de tren de la ciudad, el concurrido paseo fluvial y el polígono industrial de Gonzalín.
Al final se trata de unos trabajos que tienen por objeto solventar los daños ocasionados por el impacto contra la estructura de la caja de un camión que circulaba por la autovía. La violencia del impacto fue tal que el golpe contra el puente provocó un estruendo que se escuchó en buena parte del centro de Mieres y en todo el polígono de Gonzalín. El aparatoso accidente ocurrió en octubre de 2018 y desde entonces parte de una de las aceras del puente está fuera de servicio.
Durante todo el día de ayer hubo una intensa presencia de la Guardia Civil en la Autovía de Mieres. El tráfico fue fluido y no hubo retenciones. Los accesos y salidas a Mieres también funcionaron con total normalidad.
