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La Fundación Vinjoy gana el premio “Emilio Barbón” por su “compromiso social”

El jurado destacó por unanimidad el trabajo de esta entidad “como una de las instituciones pioneras en intervención socioeducativa”

La lectura del fallo del premio, ayer, en el Ayuntamiento de Laviana.

La Fundación Vinjoy –entidad pionera en sistemas de educación, formación e integración social– se hizo ayer con el premio anual de la Fundación Emilio Barbón, que celebra su XIX edición. El fallo tuvo lugar por la mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento de Laviana, coincidiendo con el aniversario del fallecimiento de Emilio Barbón. Además del fallo, por la tarde, hubo un homenaje tanto a Emilio Barbón como a Manolita Castañón en el cementerio lavianés.

La candidatura de la Fundación Vinjoy fue elegida por unanimidad por los miembros del jurado que, en esta ocasión, estuvo formado por la empresaria y presidenta de la Asociación de Empresarios del Nalón, Catarina Valdés Pozueco; el secretario general del SOMA-FITAG-UGT, José Luis Alperi Jove; y el expresidente de Alcotan, José Luis Cuendia Palacios. También participaron tres patronos de la Fundación Emilio Barbón como fueron Francisco Trinidad Solano, Pilar Huerta Alonso y Alfredo Rodríguez Longoria.

En el fallo, el jurado define a la Fundación Vinjoy como “una entidad asturiana que lleva más de un siglo con su compromiso social y es una de las instituciones pioneras en intervención socioeducativa”. Asimismo, destacaron “las tres líneas que vertebran su actividad actual y que agrupan los diez centros e institutos en los que se articula, como son la intervención integral con la sordera, la intervención socioeducativa con personas con discapacidad intelectual o psicosocial y la intervención socioeducativa avanzada en trastornos del comportamiento”.

El premio, una obra del artista Miguel Ángel Lombardía, se entregará, como viene siendo habitual, en el mes de octubre. A la espera de cuadrar agendas, se prevé la asistencia del presidente del Principado, Adrián Barbón. El galardón de la Fundación Emilio Barbón se volvió a entregar el pasado año tras un parón de un ejercicio debido a la pandemia. La galardonada entonces fue Luna Reyes, en representación de los voluntarios de Cruz Roja que ayudaron a los emigrantes subsaharianos que entraron en Ceuta, en mayo del año pasado. Entre estos voluntarios se hizo viral y dio vuelta a medio mundo el ejemplo de Luna Reyes, que socorrió a un senegalés, ofreciéndole agua. Ante su desconsuelo por la pérdida de algunos amigos en el intento, acabó abrazándole, mientras el joven lloraba desconsoladamente en sus brazos. La Fundación Emilio Barbón entregó en 2004 su primer premio, que fue para el pueblo de Madrid.

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