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Europa busca en las Cuencas modelos de futuro para los pozos mineros cerrados

Un grupo de expertos de Alemania, República Checa y Polonia diseñan un curso de postminería con la Universidad de Oviedo

Los expertos, ayer en el pozo Fondón, con Francisco Javier Iglesias, primero por la izquierda. | D. O.

¿Qué hacer con las minas de carbón al finalizar la actividad extractiva? Es lo que estudian varias universidades europeas que buscan dar una rentabilidad a las explotaciones una vez cerradas.

El objetivo es poner ideas en común y poner en marcha un curso universitario sobre postminería. “Sería un curso para que las empresas de las minas que han llegado a su vida útil y se tengan que enfrentar al cierre puedan buscar alternativas”, explicó ayer Francisco Javier Iglesias, director de la Escuela de Minas de Oviedo. Iglesias, junto a otros investigadores de la Universidad de Oviedo, hizo ayer de anfitrión para expertos llegados de centros universitarios de Alemania, República Checa y Polonia, “cada uno aporta su experiencia para llegar a objetivos comunes”.

El grupo de siete investigadores europeos tuvo ayer la oportunidad de comprobar de primera mano lo que se ha hecho con los pozos mineros cerrados en la cuenca del Nalón. Por la mañana visitaron el pozo Sotón, reconvertido en experiencia turística. El grupo realizó la llamada “visita larga”, un recorrido de alrededor de cinco horas de duración por el interior de la explotación minera de El Entrego (San Martín del Rey Aurelio) en el que el visitante supera los 500 metros de profundidad al bajar hasta la décima planta. Los investigadores quedaron sorprendidos ya que, como explicó el director de la Escuela de Minas de Oviedo, “las explotaciones que conocían eran de vetas horizontales, no verticales como las que tenemos en Asturias”.

Por la tarde, el grupo se trasladó hasta Langreo para visitar las instalaciones del pozo Fondón. En este escenario los expertos pudieron ver cómo parte de las dependencias mineras se han convertido ahora en el archivo histórico de Hunosa. En el Fondón, el primer pozo vertical que Hunosa puso en marcha a principios del siglo XIX, disfrutaron de una visita guiada en la que el historiador Sergio Delgado les narró el origen de la minería en la cuenca del Nalón, con los proyectos para sacar el mineral por carretera o por el río Nalón. Además pudieron ver la bocamina de “La Nalona”, la explotación de montaña en la que tuvo su origen el Fondón. Hubo visita a la antigua y restaurada fragua y al archivo propiamente dicho, todo ello como antecedente de lo que lo que los expertos buscaban, la reconversión. En el Fondón, bajo el castillete, está instalada la central de geotermia. Como apuntó Iglesias, los visitantes, “quedaron realmente sorprendidos de cómo Hunosa ha pasado de ser una empresa minera a una compañía energética”. Los asturianos explicaron a los alemanes, checos y polacos que el agua de inundación de los pozos cerrados sirve para alimentar la red de agua caliente sanitaria de dos comunidades de vecinos en Langreo, además de instalaciones como el centro de salud, el complejo deportivo y un hotel.

También en Langreo, en las instalaciones del Fondón, llamó la atención de los visitantes el trabajo de la Brigada de Salvamento Minero, que tiene su sede a poca distancia del archivo y que también se ha reconvertido y especializado para seguir en activo más allá del fin de la minería del carbón.

Stefan Möllerherm, de la universidad Technische Hochschule Georg Agricola de Bochum (Alemania), se mostró “muy sorprendido” por el desarrollo que ha tenido Hunosa ya que en su opinión “el futuro, la postminería, debe ser una combinación de diferentes posibilidades” y entre ellas destacó precisamente las que había conocido a lo largo de la jornada de ayer “las nuevas energías y la actividad turística que además puede ser una fuente de ingresos para la zona”.

Eso es precisamente lo que quieren analizar los expertos, los distintos recursos, de todo tipo, que se pueden generar desde las instalaciones mineras abandonadas. Todo ello con la vista puesta en ese curso que, como apuntó el director de la Escuela de Minas de Oviedo, “irá destinado a estudiantes universitarios pero también a todos los profesionales relacionados con la minería que quieran hacer viables sus empresas en el futuro”.

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