La presencia de osos en el alto Aller se está convirtiendo en algo cada vez más cotidiano. En esta ocasión ha sido un conocido conductor de autobús, Luis Megido, quien prácticamente se chocó con un plantígrado cuando a la una de la madrugada se desplazaba en coche desde Collanzo a su domicilio de Cabañaquinta.

El animal accedió a la carretera general (AS-253) desde el valle de el río San Julián, a la altura de Entrepeñas. Megido tuvo que realizar un brusco frenazo para no arrollar al oso. Cuenta que éste “ni siquiera se inmutó con las luces largas; es más se giró como dándome las gracias por el aporte de luz en una zona insuficientemente iluminada y continuó su camino durante al menos un kilometro hasta llegar a las inmediaciones de la depuradora de agua de Levinco”, apunta el testigo con buen humor.