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Doscientos vecinos de Sama exigen más “seguridad” para los niños en el parque

Una manifestación recorrió las calles para demandar soluciones ante la presencia de un grupo de menores que intimida y roba a otros escolares

Vecinos participantes en la manifestación, con el quiosco del parque Dorado al fondo. | Vivas

“Seguridad, seguridad”. Ese fue el grito de guerra que corearon ayer decenas de vecinos del distrito langreano de Sama durante la protesta convocada por los padres de los niños víctimas de robos y “humillaciones” por parte de un grupo de menores, que se han producido en el parque Dorado en las últimas semanas. A la manifestación, que se inició en la plaza del Ayuntamiento, acudieron unas doscientas personas. Más tarde, la comitiva inició la marcha camino del parque de Sama para volver al lugar de origen. También se cortó, de forma momentánea, el tráfico rodado por la carretera principal de Sama.

La manifestación tenía como objetivo protestar por “los actos vandálicos, la ocupación y la delincuencia, solicitando el bienestar del ciudadano”. De hecho, no se limita únicamente a lo ocurrido en el parque Dorado de Sama, sino que su protesta va mucho más allá exigiendo “un mayor número de policías a pie de calle y el control de la entrada de delincuencia en la zona”. Así, entre los manifestantes había numerosos padres, pero también comerciantes y personas mayores. Todos reclamaban una mayor seguridad para caminar por el distrito. Y aunque era una protesta en la que se trataba de sumar, por lo que nadie ejerció como portavoz, sí hubo algún vecino que aprovechó para denunciar que “Langreo se está quedando sin gente, normal; cómo no se va a quedar sin gente con la inseguridad que hay”.

El corte de carretera en la avenida de la Constitución. | Vivas

Este movimiento vecinal se organizó tras ocurrir en el parque Dorado una serie de robos, agresiones y “humillaciones” a niños protagonizadas, presuntamente, por una pandilla de menores. Algunos de estos hechos fueron denunciados ante la Policía Nacional, que decidió aumentar la presencia de agentes en la zona para evitar que se produjesen nuevos sucesos. También se apoyó esta medida desde el Ayuntamiento de Langreo, cuyos agentes locales, tanto uniformados como de paisano, incrementaron el control en este entorno.

Sin embargo, los padres consideran que “no es una solución, ya que no puede haber una patrulla policial de forma permanente en el parque” y exigían otro tipo de soluciones para frenar la situación que habían vivido sus hijos, que todavía hoy se encuentran atemorizados por lo ocurrido. Entre las denuncias de las que tuvo constancia este periódico está la que vivieron dos niñas de trece años. Tres menores, que fueron identificados por la Policía, “les tiraron del pelo para ponerlas de rodillas y les obligaron a besarles los pies”, relataba uno de los padres. La otra denuncia que se hizo pública ocurrió en la cancha deportiva, donde estaban jugando tres niños de catorce años. Otro menor, que antes había estado jugando con ellos, volvió para “pegar a uno de ellos, le puso de rodillas con los brazos en cruz y le obligó a pedirle perdón; también le robó el dinero a los otros dos niños”, contaba una de las madres que había denunciado. Tal y como contaron ayer otros padres, en los últimos días ha habido otros intentos de agresión, aunque resultaron fallidos “al refugiarse los menores en un establecimiento cercano”. También ha habido nuevas reuniones con el Ayuntamiento para tratar de alcanzar una solución.

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